Iberdrola obtuvo un beneficio neto de 1.644 millones de euros en el primer semestre del año, lo que representa un incremento del 16,6% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El beneficio bruto de explotación (Ebitda) hasta junio creció un 12,5%, situándose en los 4.990 millones de euros, debido, principalmente, a la buena evolución de los negocios en Estados Unidos, México y Brasil y a la aportación del parque eólico marino alemán Wikinger, que compensan positivamente la menor contribución de los negocios de Redes y Renovables en España y de Comercial en Reino Unido.
La energética indicó que estos buenos resultados del semestre, la entrada en operación de nueva capacidad y los ahorros de costes, junto a las medidas de eficiencia, le permiten mejorar la previsión de crecimiento del beneficio neto para el ejercicio hasta niveles de dos dígitos.
Iberdrola ya había mejorado en el primer trimestre sus previsiones de resultados y dividendo para el conjunto de 2019, situándolas en un crecimiento en el rango 'high single digit' (en torno al 10%).
Cifra récord de inversiones
En los seis primeros meses de 2019, la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán disparó un 23% sus inversiones, hasta la cifra récord de 3.000 millones de euros, en el mayor esfuerzo inversor de la historia del grupo para un semestre.
De este montante, un 48%, unos 1.440 millones de euros, tuvieron por destinó el impulso a las energías renovables, mientras que un 40% (unos unos 1.200 millones de euros) fueron a redes reguladas de transmisión y distribución. En los últimos 18 meses la inversión del grupo ha ascendido a la cifra récord de 8.375 millones de euros.
Por su parte, el grupo prevé que el 75% de los 5.250 nuevos megavatios (MW) que entrarán en operación en 2019 lo harán en la segunda mitad del ejercicio, con lo que podría superar el objetivo de alcanzar 13.000 MW adicionales en 2022.