Iberdrola ha iniciado la temporada de resultados con cifras que han superado con amplitud las previsiones del mercado, hasta el punto de que la propia compañía ha decidido revisar al alza sus propias estimaciones para 2019. La eléctrica cerró el primer trimestre con un beneficio de 964 millones de euros, un 15% más que el mismo periodo del año anterior y notablemente por encima de las previsiones más elevadas de los analistas, que se situaban en poco más de 900 millones.
El incremento de las ventas, un 8,5% hasta 10.138 millones, y del Ebitda, que rozó los 2.600 millones de euros, han hecho que Iberdrola haya elevado su objetivo de beneficio para el conjunto del año. Tras la revisión, la compañía que preside Ignacio Galán prevé cerrar 2019 con un incremento del resultado próximo al 10%, mientras que antes estimaba una evolución positiva en el entorno del 5%. La buena noticia para los accionistas es que el dividendo también evolucionará en las mismas proporciones.
Iberdrola cerró el pasado ejercicio con unas cifras récord tanto de Ebitda, por encima de los 9.000 millones de euros, como de beneficio neto, que superaron la cota de 3.000 millones.
Durante el primer trimestre, la eléctrica procedió a revisar algunos de los objetivos fijados en su plan estratégico 2018-2022. La compañía elevó desde 3.700 a 3.900 su meta de beneficios para el fin de este periodo y también incrementó su pronóstico de inversiones en 2.000 millones, hasta un total de 34.000 millones.