El idilio de Pedro Sánchez con las grandes empresas ha durado poco. Menos de dos meses han tardado las compañías del Ibex en criticar ante los micrófonos las políticas del nuevo Gobierno. La reforma fiscal que prepara el Ejecutivo no deja indiferente a ningún empresario, en especial a los de la banca.
Dio el primer paso Banco Santander. Tras las buenas palabras de su presidenta, Ana Botín, desde el cambio de Gobierno y hacia la ministra de Economía, Nadia Calviño, su número dos criticó abiertamente el posible impuesto a la banca. Amenazó incluso con cambios "de la estructura legal" del grupo si se le penaliza fiscalmente. O, lo que es lo mismo, mover la sede fiscal.
Banqueros y empresarios creen que Sánchez está siendo imprudente e injusto en sus primeras medidas económicas, amenazando con dejarles en desventaja internacionalmente y pudiendo penalizar la recuperación laboral. Y defienden que descontrolar el déficit es una irresponsabilidad y que el problema de las pensiones no se arregla con nuevos impuestos, sino potenciando el ahorro.
Los números
Para defender este frente contra la reforma fiscal, el Ibex 35 cuenta con el mejor aliado posible: sus resultados.
Las empresas que han presentado ya resultados del principal índice español –todas las grandes salvo Inditex- aumentaron su factura fiscal un 12,7% durante los seis primeros meses del año, hasta 7.588 millones de euros. Este importe supone un 32% del beneficio antes de impuestos (23.700 millones), que cayó un 6% en la primera mitad del año.
Las ventas (o margen bruto) se situaron en 182.000 millones, en línea con las cifras de hace un año, y el beneficio consolidado en 14.190 millones, un 16% menos.
Las pérdidas de Naturgy lastran el balance del Ibex durante el primer semestre
Estas cifras tienen mucha letra pequeña. Por un lado vienen marcadas por las pérdidas históricas de Naturgy (antigua Gas Natural) tras revisar sus activos. Y, por otro lado, los números de impuestos son a nivel internacional y no reflejan directamente la tributación por el beneficio de este año, por la complejidad del pago del Impuesto de Sociedades y las deducciones que se pueden aplicar.
Aun así, ponen en evidencia que las grandes empresas pagan en impuestos más del 15% que Sánchez planea imponer como tipo mínimo. Este viernes, por ejemplo, CaixaBank, una de las entidades que más mejoró el beneficio, informó de que su tipo de Sociedades es del 23%.
Tipo mínimo
El problema y origen del encontronazo es que el 15% del PSOE puede penalizar los créditos fiscales del Ibex, que a finales de 2017 ascendían a 100.000 millones. Algo que ha hecho saltar las alarmas en los despachos de las grandes empresas. Un castigo a estas deducciones por pérdidas del pasado podría incluso desestabilizar a algunos bancos que computan estos activos fiscales como capital.
Las críticas han ido más allá de Santander, llegando incluso a Bankia, un banco participado mayoritariamente por el Estado.
Habrá que ver cómo resuelven Sánchez, Calviño y Montero este primer órdago del Ibex. No lo tienen fácil, más tras el veto al techo del gasto que deja tocados y casi hundidos los Presupuestos de 2019. Aunque las grandes empresas saben que no hay nada peor que un león herido.