En la reunión seguida de comida celebrada en la sede madrileña de Telefónica se hizo un repaso en profundidad de la situación económica y de las reformas que está promoviendo el Gobierno para superar la recesión. El sentir mayoritario de los empresarios que pidieron la palabra a puerta cerrada apunta a que el Gabinete de Mariano Rajoy no está exponiendo a los ciudadanos la política económica con convicción y con un relato coherente. En otras palabras, que al Ejecutivo le falta discurso político para hacer creíbles las reformas que lleva a cabo.
En la reunión se analizó también el desenlace de Bankia en un tono que permite concluir que la mayoría de los empresarios se felicita de que el Gobierno haya forzado lo que se antoja como una posible solución definitiva para esta entidad financiera, sobre todo porque consideran que permite abrir una etapa de mayor estabilidad para el sistema financiero en su conjunto. “Es como si se hubiera descorchado la botella”, dijo uno de los empresarios presentes en el almuerzo.
No obstante, en el encuentro empresarial también se escucharon voces de alerta, en el sentido de que si el Gobierno no hila muy fino su decreto del viernes, en el que exigirá a los bancos nuevas provisiones sobre los activos no dañados, al final la reforma llamada a coronar la consolidación del sistema financiero puede acabar como el rosario de la aurora, sumida en un agitado mar de litigios ante los tribunales. Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que Bankia salió a Bolsa con unas condiciones determinadas que, si ahora se cambian, pueden ser recurribles ante la Justicia por los accionistas que se se consideren perjudicados en sus derechos.
Los empresarios temen una gran litigiosidad judicial si el Gobierno no hila fino en el nuevo decreto sobre la banca
La situación en Latinoamérica y, en concreto, la inseguridad jurídica que sufren las empresas españolas establecidas en países como Argentina, Venezuela y Bolivia fue objeto también de comentarios que revelan la gran preocupación compartida por quienes están siendo castigados por la arbitrariedad de estos gobiernos, en contraste con las facilidades que están dando países como Brasil o Chile para consolidar y abrir nuevos negocios. En esta discusión participó el presidente de Repsol, Antoni Brufau.
El Consejo Consultivo para la Competitividad entregará en breve un informe al Gobierno con sus últimas recomendaciones para encarar la crisis. En el documento, que ha sido dulcificado para no afligir demasiado a Mariano Rajoy y a su equipo económico, se recomienda una aceleración de las reformas en marcha, una unificación del discurso económico y mayor coordinación dentro del Gabinete. Es decir, un tirón de orejas en toda regla al Ejecutivo.
En la reunión del consejo solo se echó en falta la presencia del presidente de Caixabank, Isidro Fainé. Entre otros empresarios y financieros, forman parte de este foro, además de su presidente, César Alierta, los máximos responsables del Santander, BBVA, Iberdrola, El Corte Inglés, Acciona, Mapfre, Ferrovial, Mercadona y Planeta.