"A partir de hoy se acabó que un hombre y una mujer en nuestro país, en nuestras empresas, puedan percibir retribuciones diferentes". Con esas rotundas palabras, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, presentaba el pasado martes dos nuevos decretos aprobados por el Consejo de Ministros para "eliminar la aberración jurídica" de la brecha salarial entre hombres y mujeres, y obligar a las empresas de más de 50 trabajadores a elaborar un registro que garantice la transparencia en los sueldos.
Sin embargo, expertos consultados por Vozpópuli cuestionan que los nuevos decretos de igualdad retributiva y los registros salariales vayan a acabar en la práctica con la brecha salarial, y recuerdan que el Estatuto de los Trabajadores ya establece desde 1980 que "tanto las mujeres como los hombres tienen derecho a la igualdad de salarios", aunque no en todos los casos se cumple y las mujeres perciben de media un 22% menos que los hombres, según datos del Gobierno.
"Bajo mi punto de vista no era necesario sacar esto. El Real Decreto sobre igualdad retributiva no incluye muchas novedades con respecto a la legislación ya existente, más allá de que las empresas deben tener un registro de salarios", opina Guillermo Mosquera, abogado especialista en derecho laboral y socio fundador del bufete Mosquera&Vicente.
"Esto ya estaba en la legislación, y no hay un solo convenio laboral en España que contemple la posibilidad de que los hombres ganen más que las mujeres", coincide por su parte Daniel Toscani Giménez, profesor de Derecho Laboral en la Universidad de Valencia. "Lo importante aquí es que se introduce por primera vez el valor del trabajo, lo demás es el afán de los políticos de colgarse medallas, como ha ocurrido con los ERTE, que también estaban contemplados en la Ley desde 1980 aunque el Gobierno de Rajoy presuma de ellos", añade.
Según el abogado Guillermo Mosquera, los nuevos decretos no sólo no garantizan acabar con la brecha sino que, además, "dan parámetros para que siga existiendo esa desigualdad entre hombres y mujeres"
Según el primero de los dos decretos publicados esta semana en el BOE, las empresas deberán tener un registro retributivo de toda la plantilla, incluidos los directivos, en el cual aparezcan datos de todos los complementos recibidos. "Donde ahonda la ley es en este punto, en hacer una estimación del valor del trabajo de cada empleado", indica Toscani.
Este registro retributivo, que ya estaba contemplado en los Planes de Igualdad que las empresas deben tener en marcha para marzo de 2021, deberá incluir la media y la mediana del salario, de los complementos salariales y de las percepciones extrasalariales. “La media aritmética y la mediana de lo realmente percibido por cada uno de estos conceptos en cada grupo profesional, categoría profesional, nivel, puesto o cualquier otro sistema de clasificación aplicable”, señala la norma aprobada.
Parámetros para que siga existiendo la desigualdad
Según el abogado Guillermo Mosquera, los nuevos decretos no solo no garantizan acabar con la brecha salarial sino que, además, "dan parámetros para que siga existiendo esa desigualdad entre hombres y mujeres".
El artículo 3.2 del nuevo Real Decreto sobre igualdad retributiva, de acuerdo a su interpretación, abre la puerta a que las empresas puedan justificar "objetivamente" aquellos casos en los que desempeñando un trabajo de igual valor se perciba una retribución inferior con una "finalidad legítima y sin que los medios para alcanzar dicha finalidad sean adecuados y necesarios".
"Es decir, si dos personas que tienen el mismo puesto de trabajo una cobra más que la otra, pero lo podemos objetivizar y justificar de forma objetiva, sí que se permite. Da igual que sea hombre o mujer", explica Mosquera. "Este decreto no va a resolver nada", añade, poniendo el ejemplo de que F.C. Barcelona podría "justificar objetivamente, según lo que genera económicamente cada uno de ellos para el club, por qué Messi cobra más que Jennifer Hermoso".
En este sentido, la nueva norma señala que "podrán ser relevantes" una serie de "factores relevantes con carácter no exhaustivo" entre los que se incluyen la penosidad y dificultad, la destreza, la minuciosidad, el aislamiento, la responsabilidad económica o las habilidades sociales, entre otras, de los trabajadores. Además, reconoce que dos personas podrán percibir retribuciones diferentes, siempre y cuando no reflejen "estereotipos de género".
Inspectores de Trabajo y techo de cristal
Los expertos señalan a la falta de inspecciones de Trabajo y de inspectores como una de las causas de que no se cumpla la igualdad salarial entre hombres y mujeres en nuestro país, a pesar de que es obligatoria por ley desde 1980.
"La falta de medios en la inspección de trabajo viene de muy atrás", lamenta por su parte Mercedes Martínez, portavoz de la Unión Progresista de Inspectores de Trabajo (UPIT). "Debe haber una vocación por parte de la Administración de sacar a concurso nuevas plazas; este año, por ejemplo, no se ha convocado ninguna·, añade Martínez.
En estos momentos en España hay unos 1.000 inspectores de Trabajo, desbordados en estos momentos en las inspecciones para garantizar que no haya fraude en los ERTE. "Necesitaríamos superpoderes para poder abarcar todo", lamenta la portavoz de UPIT.
Pero la ausencia de una plantilla mayor para garantizar el cumplimiento de la ley no es el único factor para explicar la desigualdad salarial en nuestro país. En este sentido, Mercedes Martínez apunta a factores sociales y estereotipos, y especialmente al llamado 'techo de cristal' en los puestos directivos de las grandes empresas, como principales razones por la que en España los hombres cobran de media un 22% más que las mujeres.
