La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) estima en 17 millones de euros el beneficio extra que obtuvieron Naturgy (en torno a 13 millones) y Endesa (casi 4 millones) por una serie de actuaciones contrarias a la normativa del sector eléctrico entre octubre de 2016 y enero de 2017, cuando los precios en el mercado mayorista de la electricidad se dispararon, lo que ha motivado que el regulador haya impuesto a la compañía multas que suman algo más de 25 millones de euros. Las empresas sostienen todo lo contrario: apenas pudieron cubrir costes o, incluso, perdieron dinero.
La resolución del expediente, incoado por la CNMC a finales de 2017, era una de las más esperadas de la historia del regulador por cuanto a los consumidores no se les ha olvidado aquellos otoño e inicio de invierno de 2016. En apenas cuatro meses, el precio mayorista de la electricidad se disparó nada menos que un 66% y el precio del megawatio/hora llegó a superar la barrera de los 100 euros. Las consecuencias se reflejaron en el recibo de la luz, cuyo incremento medio en el periodo se aproximó al 20%.
La investigación de la CNMC se centró en la actividad de los ciclos combinados. En su resolución, el regulador acusa a las compañías de alterar el despacho de generación eléctrica por presentar ofertas a precios demasiado elevados, con el objetivo de que no casaran en el mercado diario y el sistema tuviera que programarlas por restricciones técnicas.
El organismo que preside José María Marín Quemada calcula la diferencia entre el beneficio obtenido por las compañías gracias a estas prácticas, por las que las centrales de las compañías presentaron ofertas por encima de los costes marginales, y el que habrían logrado en el caso de que las ofertas se hubieran casado en el mercado diario.
Operar con pérdidas
Tanto Naturgy como Endesa niegan que el comportamiento de las centrales haya sido irregular. La empresa que preside Francisco Reynés señala que la tesis de la CNMC se basa en el argumento de que las centrales de ciclo combinado no pueden realizar ofertas por encima de sus costes reales de funcionamiento lo que, de acuerdo con Naturgy, provocaría a medio plazo el cierre de todas las plantas, al ser incapaces de cubrir los costes de funcionamiento.
Endesa va incluso más allá y sostiene que la acusación por parte de la CNMC de embolsarse casi 4 millones de euros extra por los elevados precios a los que ofertó energía en aquel periodo se basa en errores de cálculo del regulador. La compañía que dirige José Bogas asegura que en los 41 días en los que, según el organismo, el precio de mercado fue superior al coste marginal de las dos centrales por las que ha sido sancionada, en realidad se dio la situación contraria: el precio de mercado fue inferior a dichos costes. Es decir que, lejos de ganar, incluso perdió dinero en la operativa.
La eléctrica considera que la CNMC basa sus cálculos en los precios medios del mercado del gas cuando, durante aquellas semanas, la compañía se vio obligada a adquirir gas en el mercado a muy corto plazo (con entrega al día siguiente) para atender la demanda de sus consumidores, lo que hizo que los costes de la materia prima se dispararan. Entre los factores que provocaron esta situación se cuenta la falta de entrega de 4.000 GWh por parte de los proveedores por diversas circunstancias.
La sombra de la sospecha
En el caso de Naturgy, las necesidades adicionales de gas le llevaron incluso a comprar un barco adicional e incluso poner en marcha uno de sus ciclos combinados para el que contaba con una autorización para que permaneciera inactivo. El objetivo no era otro que evitar que la escalada de precios en el mercado mayorista cobrara superiores dimensiones. La compañía no detalla si llegó a perder dinero con las operaciones en aquellos días, aunque sí defiende que apenas pudo cubrir los costes.
Ambas empresas llaman la atención sobre el hecho de que la CNMC sostiene su argumento de que los precios ofertados en aquellos días por las centrales que motivaron el inicio del expediente fueron demasiado elevados en relación con los de otras instalaciones similares situadas en la zona. Una comparativa que toma otra dimensión si se tienen en cuenta los 51 ciclos instalados en aquel momento en España, ya que, en ese caso, los precios de las centrales por las que Naturgy y Endesa han sido multadas, se sitúan en un nivel medio.
Los recursos que presentarán las empresas llevarán el asunto hasta la Audiencia Nacional. La crisis energética desatada en aquel momento (en el que se dio una tormenta perfecta de frío, parón nuclear en Francia, interrupción de suministro de Argelia, escasez de lluvia y viento) provocó una auténtica alarma social entre los consumidores y sembró la sospecha sobre las eléctricas.