Las ventas del sector servicios cayeron en los dos primeros meses del verano, junio y julio, de manera consecutiva. Según los indicadores de actividad publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el índice de cifra de negocios del sector servicios corregido de efectos estacionales y calendario marcó una tasa negativa del 1% en junio y del 2% en julio, en un contexto marcado por la elevada inflación que sufren tanto los consumidores como las empresas.
Esto implica que aunque los ingresos del sector servicios siguieron creciendo respecto a los mismos meses de 2021, con tasa anuales del 23,7% y 20,4% en junio y julio, respectivamente; el ritmo se ralentizó, pues en mayo la tasa se aproximaba ya al 27%, según los datos del INE.
En términos mensuales y en datos corregidos de estacionalidad y calendario, el mayor retroceso se localiza en el sector del transporte y almacenamiento (-4,5%), seguido del comercio al por mayor e intermediarios del comercio (-2,5%); mientras que la hostelería repuntó un 3,4% y las actividades administrativas y servicios auxiliares, un 2,3%.
Asimismo, el empleo en el sector servicios también registró una tasa negativa en julio, con una caída mensual respecto a junio de dos décimas, según el INE. En comparación con el mismo mes de 2021 y corregida de efectos estacionales y calendario, la tasa de julio fue positiva (4%) pero casi un punto inferior a la de junio (4,9%), que ya fue inferior a la de mayo (5,6%), confirmando la ralentización percibida en la cifra de negocios.
Esta estadística del INE manda una señal más del frenazo del consumo en el tercer trimestre al que apuntan los servicios de estudios de algunas entidades financieras como BBVA y Caixabank, incidiendo sobre las ventas de determinadas empresas que también asumen una subida importante de costes. Esto ha ocurrido en unos meses clave para la economía española, pues son los servicios los que deberían sostener la actividad económica en este periodo.
Por esta razón, y por el mal desempeño de la afiliación a la Seguridad Social en verano, los servicios de estudios mencionados prevén una contracción del Producto Interior Bruto (PIB) ya en el tercer trimestre, seguida de otra caída moderada en el cuarto, lo que se traduce en que España entrará en recesión técnica a final de año. La propia AIReF apunta también desde hace unas semanas a una caída del PIB de tres décimas en el tercer trimestre.
No obstante, el Gobierno se resiste a admitir este escenario y, apoyándose en los últimos datos de afiliación proyectados por el Ministerio de Seguridad Social del mes de septiembre, asegura que la economía sigue creciendo a buen ritmo y "todos los organismos económicos contemplan crecimientos iguales o superiores al 4%", tal y como afirmó este miércoles la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, al ser preguntada por este asunto.