Inmobiliario

El control de precios en Barcelona provoca la retirada de un millar de anuncios de alquiler en Idealista

La oferta de alquiler tradicional cae en más de un 20% desde marzo en la principal provincia catalana a la par de un incremento considerable de la oferta de habitaciones

  • Una fachada de edificios en Barcelona a 17 de mayo, día en que se ha aprobado la Ley de Vivienda -

El flamante control de precios del alquiler en Cataluña parece estar teniendo ya consecuencias nada desdeñables sobre el residencial de la provincia de Barcelona. El volumen de anuncios de alquiler tradicional ha caído desde marzo más de un 20% en Idealista, el principal portal de anuncios del mercado.

Cuando se cumplen dos meses de la entrada en vigor del control de precios, la cifra de anuncios de alquiler sujetos de suyo a la Ley de Vivienda apenas ronda los 4.000 diarios en Barcelona. Esto es, más de un millar menos que los que se podían encontrar en la base de datos de Idealista al cierre de febrero. Paralelamente, el precio de los alquileres anunciados en abril anotó una subida del 15,2% respecto al mismo mes de 2023.

"Nosotros no medimos el stock conforme a lo que hay anunciado un día, sino que recogemos periodos más amplios (trimestres) para eliminar los sesgos que pueden derivarse de un mercado muy dinámico", matizan fuentes de Idealista a preguntas de Vozpópuli sobre la baja en la oferta de alquiler tradicional en Barcelona y su posible relación con el alza de habitaciones ofrecidas en el entorno de la Ciudad Condal.

No sería descabellado pensar que muchos propietarios han decidido cambiar de modalidad de alquiler, pasándose al de temporada o de habitaciones en busca de un entorno de mayor seguridad jurídica

La ciudad de Barcelona emergió al cabo del primer trimestre de este año entre las capitales donde más ha crecido la oferta de habitaciones: un 50% más que en 2023, según han puesto de relieve desde el mismo Idealista. Y ello, con un precio medio de 550 euros, el más alto entre las capitales españolas, tras un aumento interanual en los precios del 10%.

Esta última modalidad de alquiler no estaba sujeta, al menos hasta finales de abril, al límite de rentas en zonas declaradas como tensionadas que la Generalitat puso en marcha en marzo tras meses de conversaciones con el Gobierno central.

"No sería descabellado pensar que muchos propietarios han decidido cambiar de modalidad de alquiler, pasándose al de temporada o de habitaciones en busca de un entorno de mayor seguridad jurídica y mayor protección en caso de conflictos", inciden fuentes de Idealista. A todo ello hay que añadir la evolución al alza que ha venido siguiendo el último año el alquiler temporal, tampoco sujeto en principio a la normativa residencial.

Alquiler Seguro proyecta una caída en la oferta del 20%

Lo que está ocurriendo en Barcelona no sería algo casual ni circunstancial según los cálculos con los que trabaja otra de las principales compañías del mercado del alquiler, la agencia Alquiler Seguro. La proyección de la empresa que preside Antonio Carroza para 2024 es que la oferta agregada del año en la provincia de Barcelona se reduzca de los 132.000 pisos contabilizados al cierre de 2023 a 107.000, lo que supondría una pérdida total de 25.000 unidades disponiblesesto es, una contracción de la oferta cercana al 20%.

El descenso en la oferta se verá propiciado por el tope de precios que ha entrado en vigor recientemente, incidieron desde la misma empresa con motivo de la presentación de sus Barómetro del Alquiler y Observatorio del Alquiler. Sus pesquisas han puesto a la provincia de Barcelona en el extremo elevado de riesgo de tensión de precios a nivel nacional, con una "alta probabilidad" de nuevas subidas.

Por lo pronto, la propia inversión en proyectos de vivienda nueva para el alquiler en Barcelona se contrajo ya un 90% al cabo de 2023 atendiendo a cifras de la consultora Savills cotejadas por este medio a raíz de una petición efectuada por la compañía Renta Corporación.

La caída aconteció en un año marcado por la nueva Ley de Vivienda en el Estado que ha facultado, precisamente, a las autoridades catalanas, para imponer bajadas de precio a grandes tenedores, como los fondos de inversión. La nueva normativa también ha complejizado los procesos de desahucio de inquilinos, en especial en el caso de que el arrendador sea una persona jurídica.

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