Yolanda Díaz, la ministra de Trabajo y Economía Social busca mes tras mes modificar las condiciones actuales del mercado laboral español, ya sea por la vía de la subida del Salario Mínimo Interprofesional, aumentando el montante de los subsidios de desempleo o el porcentaje de cobertura sin reparar en muchas ocasiones las dificultades que sus propuestas plantean para llevarlas a la práctica y menos aún su coste de aplicación.
Su última apuesta la llevó a cabo con ocasión de la celebración del Primero de Mayo pasado. Para tan significativa fecha, la ministra de Trabajo empeñó su palabra en la necesidad ineludible de reducir la actual jornada laboral, de reformar el despido y de “ensanchar la democracia para que llegue a la economía, a los centros de trabajo, a fin de que los trabajadores decidan lo que es importante”.
En el caso de la reducción de jornada, el Ministerio de Trabajo parece que no cuenta todavía con los apoyos necesarios en la Mesa del Diálogo Social. La aprobación, recientemente, de la prevalencia de los convenios autonómicos sobre los estatales a la hora de fijar la subida salarial de los trabajadores no ha sentado muy bien en las centrales sindicales.
El objetivo del Ministerio de Trabajo es reducir la jornada a 37,5 horas el próximo año, con una parada intermedia de 38,5 horas ya en 2024. Mientras Yolanda Díaz se comprometía con esta medida, Eurostat, la Oficina Estadística de la Comisión Europea, publicaba los datos del número medio de horas semanales efectivas trabajadas en los países de la Unión Europea en 2023 en el empleo principal.
Sobre la base de esos resultados, la media de horas semanales trabajadas en la Unión Europea fue de 36,1 durante 2023, y de 36,4 horas en España, una menos de las que Yolanda Díaz pretende alcanzar el próximo año. Los trabajadores con jornadas más largas son los de Turquía (44,2 horas), Serbia (41,7), Bosnia (41,4), Grecia (39,8), Rumanía (39,5), Polonia (39,3) y Bulgaria (39). Ninguno de los tres primeros países pertenecen a la Unión Europea.
Eurostat divide las lista de países analizados en cuatro grupos: los que sus trabajadores tienen jornadas laborales por debajo de las 35 horas semanales; los que la tienen entre 35 y 37 horas; aquellos que están entre 37 y 39 horas en su puesto de trabajo y, finalmente, los que tienen que trabajar jornadas iguales o superiores a 39 horas.
España está en el segundo de los grupos. Encabezan la clasificación de los 33 países analizados Holanda, con 32,2 horas trabajadas cada semana del pasado año, por delante de Austria, 33,6 horas; de Noruega, 33,9; Alemania, 34; Dinamarca, 34,3; Finlandia, 34,8, y Bélgica, 34,9, los países más desarrollados de Europa desde todos los puntos de vista.
Inmediatamente después se sitúa el grupo de España, con Irlanda a la cabeza (35,5 horas), Luxemburgo (35,3) y Suecia (35,7). A continuación se encuentran Francia, Italia, Islandia, Suiza, España (36,4 horas) y Estonia, todo ellos con jornadas entre 36 y 36,4 horas (24 minutos de diferencia). Puede asegurarse que, con la excepción de Alemania, la jornada de trabajo en España es muy similar a la de las grandes economías de la Unión Europea.
Jornada laboral más larga
Pero Eurostat tiene otra clasificación por países: la de los trabajadores con las jornadas más largas, que la oficina estadística europea sitúa por encima de las 49 horas semanales. Según los datos correspondientes al pasado ejercicio, apenas un 7,1% de los empleados de la Unión Europea tuvo jornadas laborales por encima de ese listón, aunque hay una enorme diferencia entre asalariados y autónomos. Mientras la proporción de quienes trabajan más de 49 horas a la semana entre los asalariados es de apenas el 3,6%, entre los trabajadores por cuenta propia se eleva al 27,2%.
Las jornadas de trabajo más extensas se llevan a cabo en sectores como la agricultura, la silvicultura y la pesca, con porcentajes que alcanzan el 27,5% del total dedicado a estas actividades, y entre los directivos (21,95). En el resto de los grupos profesionales de acuerdo a la Clasificación Internacional Uniforme de Ocupaciones (ISCO, por sus siglas en inglés) la media fue del 7,3%.
La peor parte se lo llevan los trabajadores de Turquía. Más de uno de cada cuatro trabajadores de aquel país tiene jornadas superiores a 49 horas, por delante de Islandia (13,8%); Grecia (11,6%), y Francia (10,1%). Aquí Eurostat establece seis grupos de países que empiezan con porcentajes por debajo de 2%, siguen de entre el 2 y el 4%; entre el 4 y el 6%; entre el 6 y el 8%; entre el 8 y el 10% del total y por encima de ese nivel.
España, con un porcentaje del 6,7%, solo es superado otra vez más por Alemania (5,4%) entre las grandes economías de la Unión Europea. Las “menores explotaciones laborales” se dieron en 2023 en Bulgaria (sólo el 0,4% de todos los trabajadores tenían jornadas de más de 49 horas semanales), Letonia y Lituania (1,1%) y Rumanía (1,8%).