El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha salido reforzado en la guerra con la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, por la reducción de la jornada laboral. A lo largo de la semana seis ministros socialistas han salido en su defensa después de que Díaz le haya acusado de "casi mala persona" y de "vetar" la medida. Cuerpo cuenta ya con el respaldo de las ministras María Jesús Montero, Sara Aagesen, Elma Saiz, Pilar Alegría, Óscar López y Óscar Puente.
Sus carteras (Vicepresidencia primera y Ministerio de Hacienda; Vicepresidencia tercera y Ministerio de Transición Ecológica; Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones; Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes; Ministerio de Transformación Digital; y Ministerio de Transportes, respectivamente) tienen voz y voto en la Comisión Delegada de Asuntos Económicos (CDGAE) que debe analizar la iniciativa pactada bilateralmente entre Díaz y los sindicatos antes de que llegue al Consejo de Ministros.
Esto es, precisamente, lo que Díaz ha denunciado. Según su versión, la intención del Ministerio de Economía no es que se apruebe cuanto antes, como aseguran Carlos Cuerpo y el resto de ministerios socialistas, pues rechazó este lunes por escrito la posibilidad de tramitarlo por vía de urgencia, en la próxima reunión de la Comisión el 13 de enero. Esto habría permitido aprobarla en el siguiente Consejo de Ministros, saltando luego al Congreso.
Desde Economía, sin embargo, alegan que la respuesta parte de la Secretaría de la CDGAE y se justifica en la trascendencia de la medida. Según dicen, la intención es aprobar la medida cuanto antes, pero garantizando un debate y análisis en el que participen todos los ministerios económicos. Esto da tiempo a los 15 Ministerios que componen la Comisión, la inmensa mayoría socialistas, a estudiar su impacto y plantear posibles modificaciones. La próxima reunión no se producirá hasta finales de enero.
Cuerpo pretende introducir retoques y recuperar las ayudas a las empresas que tengan más dificultades para adaptarse a la reducción de jornada. Estas ayudas, que estaban sobre la mesa, fueron retiradas en el acuerdo entre Díaz y los sindicatos tras el rechazo definitivo de CEOE. Sin embargo, en las últimas semanas el ministro de Economía ha tendido puentes de nuevo con los empresarios, así como con PNV y Junts, cuyo apoyo a la norma en el Congreso se prevé decisivo.
Todos a una
Carlos Cuerpo ha ido ganando apoyos en cuestión de horas. El más evidente, aunque aún no manifiesto al estar volcada en la presentación de su candidatura para liderar el PSOE andaluz, es el de la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero. En conversaciones privadas, fuentes del Ministerio de Trabajo responsabilizan tanto a Cuerpo como a Montero del "bloqueo" de la tramitación de la reducción de jornada.
La primera en respaldar a Cuerpo fue la portavoz del Gobierno y ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría. El pasado miércoles, tras las acusaciones de Díaz, negó que los socialistas estén bloqueando el debate de la reducción de la jornada laboral y afirmó “es una prioridad” del Ejecutivo, como dice el ministro de Economía. Un día antes, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, ya salió un su defensa por el calificativo de "mala persona".
Asimismo, tanto Óscar López, ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, como Óscar Puente, ministro de Transportes, se posicionaron el miércoles del lado de Cuerpo, asegurando que es un asunto prioritario y desmontando las declaraciones de Díaz. "No hay ningún obstáculo (...) No es que lo diga yo o el ministro de Economía, es que lo dice el presidente del Gobierno. Lo que sí se tiene claro es que hay que desarrollar bien esta medida porque tiene connotaciones de todo tipo, incluido jurídicas", respondió Puente.
Un día después, el jueves, otras dos ministras hicieron frente común con Cuerpo. La titular de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, defendió una "reforma equilibrada y sin perder de vista la composición del tejido productivo del país", con un "acompañamiento" del Gobierno. Una postura muy alineada con la del Ministro de Economía. "Yo concibo las relaciones laborales como un trabajo conjunto, no como enfrentismo", dijo.
En cuanto a la expresión de "mala persona", apuntó que "pueden producirse diferencias de opinión", pero no entiende que la manera de solucionarlo sean las palabras "gruesas", sino "llamar por teléfono e intentar aclarar las cosas". "Eso en cuanto a las formas. En lo que tiene que ver con el fondo, somos muchos los Ministerios que estamos trabajando para que la reducción de la jornada sea una realidad cuanto antes", añadió Saiz.
También la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica y para el Reto Demográfico, Sara Aagesen, afirmó este jueves que la reducción de la jornada laboral hasta las 37,5 horas semanales "es una prioridad del Gobierno" en la que se está trabajando "de forma unida". Además, apuntó que el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, “no solo es un excelente profesional sino una excelente persona”.
En el CDGAE también están los ministros socialistas de Exteriores (José Manuel Albares), de Industria (Jordi Hereu), de Agricultura (Luis Planas), de Política Territorial (Ángel Víctor Torres), de Ciencia (Diana Morant), y de Vivienda (Isabel Rodríguez), que aún no se han manifestado sobre el asunto. La lista la completa el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, el aliado garantizado que tiene Díaz en la Comisión Delegada de Asuntos Económicos que analizará su propuesta de reducción de jornada.
Este jueves ya le hizo público su apoyo al señalar que el choque por la reducción de jornada es de "intereses" y "Yolanda Díaz está defendiendo a los trabajadores". Finalmente, aunque sin presencia ni voto en la Comisión Delegada de Asuntos Económicos, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, insistió en que desde Sumar están encontrando dificultades con el Ministerio de Economía por la reducción de la jornada laboral, y que éste “está intentando torpedear la operación”.
