La preocupación en torno al avance de Podemos es generalizado entre las grandes empresas españolas y firmas de inversión extranjeras y nacionales. En recientes informes, JP Morgan aseguraba que “la preocupación sobre la economía aumentaría especialmente ante el programa radical de Podemos”, mientras que Bank of America Merrill Lynch advertía que la irrupción de Podemos está provocando “la fragmentación de la política” española y avisa de que los “inciertos” resultados de las próximas elecciones pueden poner “en peligro” los avances en materia económica que ha hecho el Gobierno en los últimos tres años.
No obstante, de momento son pocas las compañías que han destripado el programa económico de Podemos, titulado “Un proyecto económico para la gente”. Una pequeña boutique de asesoramiento financiero creada por exdirectivos de Caja Madrid, Attitude, lo ha hecho en un detallado informe en el que considera “bastante real” el diagnóstico de la situación económica y social española que despliega el partido que lidera Pablo Iglesias. En un artículo escrito por uno de los socios de la firma, Julio López Díaz, coincide en sus apreciaciones sobre “insostenibilidad de la deuda, diferencias insoportables de reparto de riqueza y el caos que ha traído el efecto globalizador en Europa”. También en “el mal diseño de la unión monetaria, si haber realizado antes una unión fiscal y política ha derivado en aplicar políticas comunes para países que tenían necesidades distintas e incluso antagónicas”, explica el financiero en un artículo.
Ahora bien, López Díaz difiere en las conclusiones a las que llega la formación que dirige Pablo Iglesias, así como las medidas de actuación que propone. "Sus propuestas, en cambio, son de difícil cumplimiento dadas las circunstancias económicas y políticas en que nos encontramos, significando una salida del euro. La globalización en España (como en el resto del mundo occidental) ha supuesto un desmantelamiento del tejido industrial tremendo, y dudo que una salida del euro, con una depreciación de la moneda española que se creara, llevara a un verdadero beneficio, dado que tendrías que importar muchas más cosas que hace veinticinco años (el juego de la devaluación lo empezó ya Franco y continuó hasta la última de Solchaga) y al final yo creo que se perdería más poder adquisitivo que otra cosa", subraya. El autor repasa una a una las propuestas y plantea interrogantes y críticas a cada una de ellas. Algunas de las más destacadas son las siguientes.
Sobre la creación de banca pública, el financiero se pregunta qué eran las cajas de ahorros si no y si las nuevas entidades estarían dirigidas por representantes de los partidos políticos, si tendrán un objetivo de ganar dinero o si hay pérdidas si irán contra el déficit del Estado.
Respecto a la aplicación de una tasa reducida sobre todo tipo de transacciones financieras, López Díaz que esta propuesta en la que está trabajando Bruselas "está siendo totalmente un fracaso en países donde ya se está aplicando, y las cifras de recaudación no llegan al 10% de lo que pensaban sus defensores". Además, recuerda, "el pagador es el cliente final, mientras que los bancos han encontrado los resquicios para poder evitarlo". "Cuando hay países que no lo aplican, los perjudicados son los países que sí lo aplican, que ven cómo los flujos de capital se van", abunda.
En cuanto a la modificación de las normas que impiden que el Banco Central Europeo (BCE) financie a los gobiernos, López Díaz tira de acidez citando lo que dijo Talleyrand hace 200 años: "si el público supiera la cantidad de tonterías que se han dejado de hacer porque no había presupuesto…”.
También hace referencia a la creación de mecanismos que garanticen la mancomunidad de la deuda y la supervisión efectiva del sistema financiero a escala europea que propone Podemos. "Esto no estaría mal, pero acompañarlo unas líneas más abajo con la voluntad de restructuración de la deuda, cuando menos debe de mosquear un poco a los del norte…", señala.
Para reactivar el consumo es imprescindible, a juicio de la formación de Pablo Iglesias, que en lugar de seguir bajando aumente el porcentaje de los salarios en la renta nacional y sobre todo, el de las más bajas que son las que en mayor proporción se destinan al consumo. El autor está de acuerdo en este punto, en un momento en el que "la relación salarios/PIB está en su nivel más bajo de 30 años, mientras que beneficios corporativos/PIB está en máximos, lo que es una obviedad, dado que la partida salarial es la más importante en los costes de las empresas".
Sobre el incremento del salario mínimo y establecimiento de máximos entre salarios mínimos y máximos de una empresa, comenta que "aunque con algún pero, estoy también de acuerdo en que es una de las cosas que se han ido acrecentando sin motivo muy fundado en los últimos años". Del mismo modo, del incremento extraordinario de las cotizaciones sociales empresariales o financiación por medio de impuestos mientras dure la crisis y el aumento de la cotización en regímenes especiales y cotización por ingresos reales en el caso de autónomos y por cuenta propia, López Díaz incide en que "se crea una situación cuando menos paradójica". "Se quiere, a través de un mayor gasto, incentivar la demanda interna, pero a la vez se establecen desincentivos a la creación de empleo. Si subo las cotizaciones 'encarezco' a los empresarios el contratar. El caso de la cotización de autónomos lo comparto totalmente. Desde luego al que no se pude apretar más es al de la nómina. Con un fraude por economía sumergida de alrededor del 25% del PIB, que alguien se muestre dispuesto a no ir a lo fácil y castigar al de siempre, tiene mi apoyo", explica.
En relación a la ley de las 35 horas de jornada semanal máxima con cómputo semanal, recuerda que "la medida fue un fracaso en Francia" y considera que esto lo que propicia es que "al final vuelves a encarecer la factura a las empresas y les quitas ganas de contratar".
Respecto a la propuesta de disminuir la carga hipotecaria de las familias subraya que "en contra de todo el mundo, no creo que la culpa sea de los bancos". "El tema de la dación en pago puede ser una solución, pero que la gente no piense que es la panacea", agrega, porque "los precios de los créditos subirían (diferencial contra Euribor) y la cantidad otorgada apenas llegaría al 50% del valor de tasación de los edificios". "A corto plazo desaparecería mucha demanda de crédito, y bajaría el precio de las casas", con la consecuente "subida del mercado de alquiler". "El tema de la condonación de deudas es un tema complicado y crea un problema moral entre los que no pueden pagar y los que se dejan los cuernos para poder pagar. Es el mismo problema que el crear una renta mínima por persona, desincentiva trabajar por debajo de una cifra. Aquí todo el mundo conocerá ejemplos de todo tipo, de gente que quiere trabajar y no puede, y gente que prefiere vivir de la subvención aunque pudiera trabajar. Es un problema de moral", abunda.
Se muestra partidario de las reformas administrativas que eliminen al máximo de lo posible los costes innecesarios que produce el mal funcionamiento de la administración así como de combatir la economía sumergida y el fraude fiscal, y de aplicar progresividad en el impuesto de la renta, como propone Podemos. Por el contrario, rechaza el Impuesto de Patrimonio.
Para valorar la propuesta de eliminación de la reforma del artículo 135 de la Constitución (el referente al cumplimiento de estabilidad de presupuestos) y la creación de un organismo independiente que actúe como Defensor de las generaciones futuras, con capacidad para impedir que las decisiones económicas actuales se adopten sin contemplar su efecto sobre la vida futura en nuestro planeta o sobre el bienestar y la felicidad de la población futura dice lo siguiente: "Pausa para gin-tonic de pimienta. Me ha dejado noqueado. Y ponen los dos párrafos uno a continuación del otro sin rubor. Nos peleamos por eliminar un artículo, que nunca se ha cumplido. La mejor forma de mirar por las generaciones futuras es no cargarles con deudas actuales. Y luego la creación del Defensor de las generaciones futuras tiene un aire a Cuentos de Navidad de Dickens por un lado, y a Kim Jong-un por otro. Los jóvenes lectores lo pueden comparar con el Capitolio de Los juegos del Hambre. Los anteriores a la LOGSE, con el despotismo ilustrado".
Podemos aboga por plantear en Europa que la reestructuración de las deudas, especialmente de los países de la periferia, no es una propuesta caprichosa, sino el resultado de una estrategia cooperativa. López Díaz cree que "es una posibilidad que ocurra, gane o no Podemos" porque, en su opinión, no hay "forma de pagar la deuda". "¿Podemos llevar la renovación de la deuda hasta el infinito, haciendo frente sólo a los intereses? Quizá, pero ya hemos visto lo voluble que es el ánimo del inversor y lo rápido que deja de poner dinero", remacha.