Tras cuatro años de suspensión de las reglas fiscales, el Consejo de Ministros aprobó ayer por primera vez un Plan de Reequilibrio de la Administración Central, un documento que aún no es de dominio público y sobre el que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, no dio detalles. Sí ha tenido acceso la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), quien ha emitido un informe este miércoles, antes de su remisión a las Cortes Generales, y no es favorable.
En primer lugar, señala que este documento "no se ajusta al contenido que marca la Ley de Estabilidad Presupuestaria". La ley marca que este Plan" no tiene un alcance global para el conjunto de las Administraciones Públicas, sino que debe estar dirigido a la administración concreta que ha incurrido en las circunstancias excepcionales".
Además, señala que debe contener previsiones tendenciales de ingresos y gastos, la descripción y calendario de las medidas a adoptar para cumplir con los objetivos y las previsiones de las variables económicas y fiscales, los supuestos en los que se basan y un análisis de sensibilidad. Además, se debe añadir información adicional en materia de objetivos de estabilidad y deuda.
Sin embargo, el Plan de Reequilibrio aprobado, según la AIReF, no incorpora este contenido, sino que remite a la senda de consolidación fiscal de la Actualización del Programa de Estabilidad 2023-2026 del pasado abril y al Plan Presupuestario de octubre. Estos dos documentos, en primer lugar, no se circunscriben solo a la Administración Central; y, además, tampoco cuentan con una previsión de ingresos y gastos para la Administración Central, como exige la Ley.
Por otro lado, en dicho Plan el Gobierno mantiene que el déficit público se reducirá al 3% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2024, nivel máximo exigido por las reglas fiscales. Tras alcanzar ese nivel, el Plan de Reequilibrio presenta una reducción adicional del déficit de cinco décimas en dos años, hasta el 2,5% del PIB en 2026.
Sin embargo, la AIReF, que asume un repunte del déficit en 2025 y posterior estabilización en el 3,2%, señala que el Plan de Reequilibrio "no contiene medidas que sustenten la reducción del déficit hasta 2026, pues las medidas contenidas coinciden con las recogidas en el Plan Presupuestario para 2024, con alguna excepción".
La AIReF estima que el déficit subiría hasta el 3,2% en 2025 debido principalmente a la retirada de las medidas temporales de incremento de ingresos en 2024. Una vez se materialice, el margen para la reducción del déficit sin adoptar medidas de corrección adicionales se agota, resultando un nivel ligeramente superior al límite del 3% fijado en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
