El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, copó los titulares este jueves al anunciar 54.500 millones de fondos UE para pymes. "Les anuncio que vamos a destinar 4.500 millones de euros en subvenciones y cerca de 50.000 millones en préstamos e instrumentos financieros del Plan de Recuperación (PRTR) a nuestras pymes", dijo.
Entre las ayudas mencionadas por el presidente del Gobierno se destacaron 1.380 millones de euros que corresponden a subvenciones de Red.es y otros 3.000 millones a subvenciones de los PERTE, los grandes proyectos estratégicos de los fondos Next Generation EU.
También 630 millones en garantías de la Compañía Española de Refianzamiento (Cersa), 2.400 millones del Fondo de Impacto Social y al Fondo de Coinversión de Cofides, más de 30.000 millones de las líneas ICO verde e ICO empresas y emprendedores, y 16.400 millones de la Sociedad Estatal para la Transformación Tecnológica (SETT).
Sin embargo, fuentes expertas señalan que todas estas partidas estaban ya previstas en el Plan. "No se advierte ninguna novedad significativa en lo que ha dicho" y "lo que ha hecho el presidente es recoger las cifras ya existentes de previsión de gastos que quedan por aplicar del PRTR y la Adenda y decir que se destina la mayor parte a las pymes", comentan.
De hecho, las mismas fuentes advierten que "en muchos casos no van a ser ayudas exclusivamente para las pymes, sino que las pymes van a poder optar a esos fondos, aunque en la práctica no se sabe cuánto de los fondos irán a pymes y cuánto a grandes empresas". Es decir, que puede que finalmente ese dinero acabe en manos de multinacionales.
Bajo interés entre las pymes
El presidente ha anunciado estas ayudas en medio de la pérdida de interés manifiesta por las pymes. Sólo un 15% de las pequeñas y medianas empresas ha accedido a los fondos UE, alrededor de medio millón de las casi tres millones de pymes que hay en España, según datos difundidos por la Comisión Europea y por el propio Gobierno.
Además, según las cifras que maneja la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), las pymes han absorbido menos del 30% del dinero concedido o formalizado bajo el Plan de Recuperación, que a cierre de junio ascendía a 36.800 millones. El resto ha acabado en manos de grandes compañías o de las propias administraciones públicas.
Los fondos UE Next Generation nacieron con la ambición de 'rescatar' a las empresas más perjudicadas por la pandemia, con el foco puesto en aquellas más vulnerables. También se plantearon como una oportunidad para la transición ecológica y la transformación digital, especialmente para pymes y autónomos.
Sin embargo, el pasado julio el presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), Gerardo Cuerva, aseguró que la percepción de las pymes es que los Next Generation EU “no están estructurados para que se recorra la última milla” y "desgraciadamente muchos de esos fondos se están quedando en la Administración pública”.
Este jueves, tras el anuncio del presidente, Cepyme apeló a "la burocracia que acompaña a la solicitud y justificación de las ayudas y las restricciones que la Ley Crea y Crece incorporó también, al verse topada la cuantía de las ayudas dirigidas a pymes". Recuerda que la limitación afecta, por ejemplo, al Programa del Kit Digital y su desarrollo en las pymes de mayor tamaño.
También las empresas de mayor tamaño han perdido interés en los fondos UE ante las dificultades para acceder a ellos. Los grandes proyectos, donde más presupuesto hay, han sufrido falta de candidatos. El PERTE Agroalimentario, el Naval y la convocatoria del biogás del PERTE ERHA son algunos ejemplos en los que se ha dejado más de la mitad del presupuesto sin adjudicar.
Los motivos son fundamentalmente dos: los límites en las ayudas y los ajustados plazos. Prácticamente todas las convocatorias han estado limitadas por el Reglamento General de Exención por Categorías (RGEC), que hasta hace un año marcaba una ayuda máxima de 15 millones por proyecto y empresa. En verano de 2023 ese límite se amplió a 30 millones, pero aún así supone un lastre para las grandes empresas que podrían tener interés en lanzar proyectos más potentes.
El riesgo de perder fondos UE
La baja demanda empresarial está limitando el impacto que podrían tener en la economía y el empleo del país. De hecho, la inversión no termina de despegar y es la variable del PIB más rezagada. España todavía no ha recuperado los niveles de inversión privada que había antes de la pandemia pese a la inyección multimillonaria que suponen los fondos UE Next Generation EU.
Pero el riesgo va más allá: el Gobierno tiene una serie de compromisos con Bruselas que debe cumplir para recibir todo el dinero europeo (de momento ha recibido 48.000 millones de 163.000 millones). En el Plan que firmó con la Comisión Europea hay objetivos de inversión muy concretos, en algunos casos de número de empresas beneficiadas.
Conviene recordar que España recientemente ha sufrido una retención de 158 millones de estos fondos UE, precisamente, por incumplir el objetivo que exigía la asignación de al menos 90 millones a pymes bajo el programa de digitalización Agentes del Cambio. El Gobierno se escudó en la "baja demanda" y se comprometió a alcanzarlo este año para no perder el dinero definitivamente.