Telefónica ha cerrado en Reino Unido un matrimonio de conveniencia con Virgin Media, filial de Liberty. Lo es porque juntos podrán ofrecer paquetes convergentes. O2, la filial del operador español en la región sólo ofrece telefonía móvil, mientras Virgin Media da servicio de fibra y contenidos audiovisuales. Una noticia que llega como un bálsamo para la compañía española, que reduce ingresos, se repliega en Latinoamérica y tiene la acción en mínimos históricos -y la cosa viene de antes del coronavirus-. Los inversores no están contentos.
De entrada, la fusión supone la creación del operador con mayor facturación en la región, con un 34% de los ingresos por servicios frente al 32% de British Telecom (BT), hasta ahora líder en este ámbito, según datos de Goldman Sachs. Pero lo realmente importante no es esto, sino la proyección, la oportunidad.
En Reino Unido las tarifas unificadas (móvil, fibra y televisión) están aún por explotar. Es un mercado poco maduro en este sentido, con mucho potencial de crecer. A esto se une la situación de BT, con la guardia baja, descolocada por una competencia muy agresiva en precio y con un servicio que en nada tiene que envidiar al suyo -nada que no le suceda a Telefónica en España-. Con pocas armas para competir.
Telefónica ha recibido 2.855 millones para cerrar la fusión, que servirán para reducir la deuda
Es una situación, la generada por los pequeños operadores o llamados también Operadores Móviles Virtuales (OMV), que ha dividido la tarta de la facturación en muchos pedazos. Estas porciones salen de la cartera de clientes de las grandes compañías de telecomunicaciones. Su negocio merma mes a mes, una fuga con pocas posibilidades de restañarse.
El mejor regalo de cumpleaños para Pallete
En una estrategia de mercado más defensiva que ofensiva -Telefónica trata de no perder clientes, más allá de ganarlos, que también- es importante sanear al máximo la compañía. Ha sido la obsesión de José María Álvarez-Pallete desde que asumió la presidencia el 8 de abril de 2016 -mañana cumplirá cuatro años en el cargo-.
Virgin Media abordaba las negociaciones de la fusión con una deuda de 13.590 millones de euros. O2 se encuentra saneada, sin compromisos financieros. Para que la fusión fuera al 50% debía equilibrarse la balanza. Algo que se ha solucionado con el pago de 2.855 millones de euros. No son los 4.500 millones que vaticinaban los analistas del Banco Santander, pero es una buena cantidad para meter tijera a la deuda. Estaba en 54.000 millones cuando Pallete cogió el timón. Tras esta operación, podría quedar en poco más de 34.000 euros.
Buenas noticias para el operador español que, por fin, ve la luz en Reino Unido si hablamos de operaciones de venta o fusión. En el pasado trató de vender O2 a Hutchison Whampoa y luego a BT, sin resultado alguno en ambos casos. Hoy anuncia una fusión con la que contará con más músculo para competir en Reino Unido.