El Gobierno va a tener que hacer un gran desembolso el año que viene si consigue sacar adelante los Presupuestos de 2019. Y las partidas más importantes se destinarán una vez más a mejorar la situación de los funcionarios y pensionistas en España, que verán como sus nóminas siguen creciendo tras los aumentos de 2018. Y la factura del Estado también crecerá: podría llegar a costar nada más y nada menos que algo más de 7.000 millones de euros.
En realidad la subida que percibirán estos dos colectivos la pactó el Ejecutivo de Mariano Rajoy y la ha heredado el equipo de Pedro Sánchez. En marzo, en medio del apogeo de las negociaciones presupuestarias de 2018, el entonces ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, llegó a un acuerdo para subir el sueldo de los funcionarios un 8% durante 3 años. El acuerdo contiene una parte fija y otra variable vinculada a la evolución económica.
Si las cosas vienen bien dadas, los sueldos de los funcionarios subirán en 2019 un 2,75%, lo que costará 3.700 millones de euros a las arcas públicas. Y si la economía se tuerce un poco, subirán un 2,5% y el coste se reducirá a 3.386 millones. Y estas subidas se consolidarán en el sistema elevando así el coste que suponen los empleados públicos para los Presupuestos de cada año.
Las pensiones
La subida de pensiones también la pacto el PP poco antes de la moción de censura. El 1 de enero se aplicó un aumento del 0,25% de forma generalizada a raíz de la aplicación del índice de revalorización que desarrolló el mismo partido en la reforma de 2013. Y, al presentar el Presupuesto, el PP planteó una subida adicional del 3% para las mínimas y las no contributivas.
Pero no fue suficiente. Para conseguir el apoyo del PNV y sacar adelante las cuentas, el partido liderado por Mariano Rajoy tuvo que enmendar su reforma y aceptar subir las pensiones un 1,6% en 2018 y 2019 y mejorar las pensiones de viudedad. Y esa es la subida que ha asumido el PSOE, con dos matices: aumentará de nuevo un 3% las pensiones mínimas y las no contributivas y compensará a los pensionistas si la inflación supera el 1,6%.
Subir las pensiones un 1,6% de forma generalizada costará 1.761 millones, mejorar la base reguladora de las pensiones de viudedad costará 704 millones de euros, mejorar las pensiones de clases pasivas por las medidas anteriores supondrá 285 millones y asegurar la subida en línea con el IPC en 2018 y 2019 y las mínimas un 3% elevará la factura total en 736 millones. En total, casi 3.500 millones de euros.
Las subidas a funcionarios y pensionistas suponen un gasto estructural que se consolidará en el sistema
Si sumamos las dos partidas, la factura total podría superar los 7.000 millones en 2019, una cantidad importante que además se consolidará en el sistema. Y podría crecer mucho en el futuro, ya que el PSOE se ha comprometido a asegurar en la ley el vínculo de las pensiones al IPC en años sucesivos. "En el marco de la reforma integral del propio sistema, se incorporará a la normativa de la Seguridad Social la revalorización de las pensiones conforme al IPC real", figura en el acuerdo entre el Gobierno y Podemos.
En 2018, la factura fue algo menor: el Gobierno dedicó 5.300 millones a funcionarios y pensionistas. La subida de sueldos a los empleados públicos costó casi 2.700 millones y la de los diferentes incrementos de pensiones ascendió a otros 2.600 millones. Es verdad que el PIB en 2019 será mayor que en 2018, pero tampoco hay que olvidar que hay muchos factores que están advirtiendo de una posible desaceleración económica.
El propio Gobierno ha sido uno de los últimos en rebajar sus previsiones económicas y reconocer que el PIB crecerá menos de lo que esperaba inicialmente. Y es que la recuperación económica no acaba de hacerse notar en los bolsillos de todos los españoles, y ya se advierten nubarrones en el horizonte que invitan a la cautela sobre el futuro de la economía española.