La industria alimentaria se convertirá en uno de los próximos vectores de crecimiento mundial. Así lo afirman desde hace tiempo expertos en capital riesgo o gestión de activos, que destacan que en los años venideros tendrán lugar espectaculares avances en desarrollos agrícolas, piscifactorías, plantaciones de cereales, granjas o gestión del agua. Con esta visión ha lanzado Gesiuris el fondo Panda Agriculture & Water Fund, un vehículo de inversión abierto para todo tipo de cliente que tomará posiciones en un universo de 150 compañías cotizadas.
Gesiuris es una firma barcelonesa especializada en gestión de patrimonios y banca privada, con participación en el capital de la aseguradora Catalana Occidente.
Su gestor, Marc Garrigasait, es uno de los expertos de más amplia trayectoria en inversiones alternativas en España. Garrigasait reconoce que se trata del primer fondo de esta naturaleza en el mercado doméstico y uno de los primeros de Europa, denominados en euros, además,
Toda la cadena
“Invertiremos en toda la cadena alimentaria”, dice el manager, “desde plantaciones a ganadería, pasando por piscifactorías, maquinaria, fertilizantes o incluso trading de materias primas”. Para tomar posiciones hay un universo de unas 150 compañías que cotizan básicamente en las Bolsas de Nueva York o Londres. “Por desgracia, la única opción española que era Pescanova ha desaparecido”. Aunque “algunas empresas como Nutreco son holandesas, pero tienen el 40% de sus ventas en España”.
Conforme vaya avanzando el fondo, tal vez contemple opciones con compañías relacionadas con el vino, aunque de momento estas empresas son demasiado pequeñas.
El gestor del fondo pone de manifiesto el gran potencial de este segmento, que está llamado a convertirse en una industria estrella, como lo fueron en su días las tecnológicas o las renovables. “Numerosos banqueros y brokers de private equity ya han fijado sus ojos en esta industria y están operando en ella. Hay una clara demanda emergente”.
“La productividad agrícola per cápita en 1960 era de 0,4 hectáreas. Ahora es de 0,2, debido al incremento de la población. Hay una gran presión para que tengan lugar más inversiones”.
Para ello, confía en que numerosos de los clientes de su fondo serán “empresarios de la industria alimentaria”, que, además de tener llegada a opciones de inversión y análisis, aportarán a su vez parte de su conocimiento. “Queremos que sea una experiencia con beneficio mutuo”. Algo parecido a lo ocurrido, por ejemplo, en Lérida, donde un emirato ha entrado en el capital de una empresa de forrajes, para tener derecho prioritario de suministro.
Los emiratos, con un gran potencial de inversión, están importando métodos ganaderos para implantarlos en su territorio y constituyen uno de los clientes potenciales en este tipo de vehículos. “Vemos un potencial enorme. Se puede obtener un 10% anualizado durante los próximos 10-20 años”, comenta.
¿Burbuja?
¿Puede ser la industria alimentaria la próxima burbuja? “Las burbujas existen desde hace siglos, como ocurrió con los tulipanes y evitarlas es imposible. Llegan cuando hay exceso de inversión con una visión cortoplacista”.
¿Aparecerán en breve más fondos como estos en España? “Pues puede ocurrir lo que ha sido habitual: que cuando lleguen de manera masiva ya será tarde. Ocurrió con los fondos tecnológicos, que llegaron en su mayoría cuando el mercado estaba en máximos y provocaron después muchas pérdidas”.