El regreso de Acerinox un año y medio después de abandonarlo al selectivo club del Ibex 35 se produce en un momento dulce para la compañía acerera presidida por Rafael Miranda. Con una capitalización bursátil de 3.426 millones de euros y un precio por acción de 13,09 euros, al cierre del pasado viernes, la firma vuelve con los deberes hechos, como han demostrado los resultados obtenidos durante el año pasado: casi 4.400 millones de euros de facturación y 136 millones de euros de beneficio neto. Estos datos han sido refrendados por los datos del primer trimestre de 2015, donde ha logrado sumar 1.144 millones de euros de ingresos y 31 millones de beneficio neto, con un ebitda de 454 millones de euros.
La recuperación de la actividad industrial en Europa, la caída del precio del petróleo y la estabilización del precio del níquel, necesario para la fabricación del acero inoxidable, han favorecido el crecimiento de una empresa que vende sus productos a más de 83 países y cuenta con fábricas en cuatro continentes. El 50% de su facturación procede de su fábrica de Kentucky, en Estados Unidos, país en el que la compañía española tiene una cuota penetración del 35%. “Tenemos la mayor fábrica en el mejor mercado”, suelen repetir sus directivos. Y con razón, ya que en el país norteamericano son el primer productor de acero inoxidable.
La recuperación de la actividad industrial en Europa, la caída del precio del petróleo y la estabilización del precio del níquel han favorecido el crecimiento de la acerera española.
Sus otros grandes activos son sus factorías de Sudáfrica, donde participa junto con el gobierno en la única empresa productora del continente africano de productos planos de acero inoxidable, y de Malasia, donde las medidas antidumping aplicadas por las autoridades del país asiático han favorecido a Acerinox, que también está a la espera de la entrada en vigor de medidas similares contra la libre competencia de los importadores chinos en Europa a partir de septiembre.
China se ha convertido en la última década en uno de los grandes jugadores globales en el mercado del acero inoxidable, acaparando el 52% de la producción mundial, a base de rebajar sus precios de fabricación para mermar a sus rivales. Y las medidas antidumping de la Unión Europea favorecerían a la cuenta de resultados de Acerinox, que logra el 35% de sus ventas netas en el Viejo Continente.
Los analistas y gestores de fondos de bolsa española consultados consideran que Acerinox tiene todavía potencial de crecimiento, a pesar de que su acción se haya revalorizado un 35% durante el año pasado y haya crecido un 11% durante los primeros meses de 2015, hasta situarse en los 13 euros por título. Algunos creen que su recorrido está algo limitado, pero la consolidación de la recuperación de la economía en Europa y el crecimiento de Estados Unidos pueden animar todavía más a la acerera española.
La compañía se halla inmersa en su cuarto plan de excelencia con el que pretende ahorrar 70 millones de euros al año hasta 2016 y tiene previsto invertir 120 millones de euros, un 62% más que en 2014, sobre todo en su fábrica de Estados Unidos. Además, Acerinox va a realizar una ampliación de capital para retribuir a sus accionistas con un dividendo flexible de 0,45 euros.