Mercados

La liquidación de Arcalia certifica el ocaso de los millonarios valencianos

Ayer se hizo pública la liquidación de la antaño emblemática firma levantina. Egeria intenta erigirse como nuevo referente en la zona, pero con los ricos de antaño muy mermados. 

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Ayer quedó recogida en la CNMV la liquidación de Arcalia como sociedad de valores, quedando eliminado cualquier vestigio ya esa firma, que aglutinó grandes patrimonios valencianos en su día que, poco a poco, han ido marchándose. Las recientes semanas han sido malas para la industria de gestión valenciana, con el paso definitivo de Nordkapp, propiedad del Banco de Valencia, al Banco de Madrid y la definitiva desaparición de Arcalia, integrada en Bankia desde hace tiempo. A cambio, Egeria Activos ha nacido hace poco e intenta erigirse como referente de los altos patrimonios valencianos. Como detalle simbólico, acaba de captar como cliente al ex presidente de la asociación de defensores del Banco de Valencia.

En 2002, Bancaja compró Arcalia, por un importe que rondaba los 60 millones de euros. Esta gestora era una boutique financiera de prestigio, especializada en sicavs, con oficinas en Madrid y gestora con sede en Valencia.

La pasada década fue un hervidero en la comunidad. Bancaja parecía un coloso imparable, presente en todas las grandes operaciones corporativas y dispuesto a ser el martillo pilón de los grandes patrimonios, aglutinados en torno a la caja o al Banco de Valencia, del cual era también accionista de referencia.

Nombres célebres

Los Lladró, que pensaban salir a Bolsa, los Noguera, principales accionistas privados en Prisa aparte de la familia Polanco, los Ballester y Aznar, consejeros del banco, los Serratosa, Boluda, Batalla… constituían una interminable sucesión de multimillonarios capaz de rivalizar con los VIP de Madrid o Barcelona.

Bancaja, imparable, fichaba un equipo completo de banca privada de Urquijo, incorporando a Francisco Gómez Trenor, que lideraba otra pequeña división de alto standing: Invercalia. Un tiempo antes, el ex consejero del Banco de Valencia y ex consejero de Beta Capital, Enrique Lucas, creaba Nordkapp, otra firma de altos vuelos con la valencianidad por bandera.

Eran los tiempos en los que refulgía la Ciudad de las Artes y las Ciencias; en los que Valencia alojaba la Copa América y llegaba la Fórmula 1. La capital del Turia era la California europea aunque, desgraciadamente, terminó como el estado estadounidense.

Hoy, sólo se conoce a un gran patrimonio valenciano: Juan Roig, el todopoderoso dueño de Mercadona, muy presente en la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) pero al que no se ha podido detectar en ninguna banca privada. Tal vez porque tenga todo su dinero invertido en su propia compañía o porque tenga una prudencia extrema y tenga su enorme fortuna en depósitos.

Los fundadores de Arcalia, sin embargo, pudieron marcharse a su debido tiempo de Bankia y comenzaron este año a replicar su entidad. Carlos Castellanos y Gonzalo Laloumet registraron la gestora en Valencia y cuentan ya con unos 50 millones de euros en sicavs, más otros 20 en carteras discrecionales.

Salvar el Banco de Valencia

En breve les llegará otras dos sicav: una de Silvino Navarro, uno de los fundadores de AVE, muy vinculado a la CEOE y presidente de Incusa (compañía que en su día cotizó en la Bolsa de Valencia), que deja Bankia y se integra en Egeria. Navarro ha sido activista de la fundación Salvar al Banco de Valencia aunque a tenor de este movimiento, parece que ha tirado la toalla. Otro nombre histórico del banco valenciano, Celestino Aznar, ya es cliente de Egeria, junto a su familia.

A partir de ahí, no queda tanto ya dónde captar. Los March, Privat Bank, Popular… han ‘mordido’ en las grandes fortunas valencianas o lo que queda de ellas, porque algunas fuentes cercanas a estas entidades indican que en muchos casos la sicav está en una determinada entidad financiera porque los titulares tiene préstamos contraídos con ella y, o bien está pignorada o es una de las condiciones que pone la prestataria para la concesión del crédito: que traiga la sociedad a su división de banca privada.

En cualquier caso, los fundadores de Egeria han comenzado de cero un camino que ya recorrieron anteriormente. Aunque captan clientes de todas partes, han quedado como único referente para la gestión de grandes patrimonios, en una zona que en su día afloró muchísimos millonarios. 

Por su lado, si alguien piensa que en Bankia no hay actividad, se equivoca. Sin ir más lejos, la semana pasada 'levantó' dos sicav, una a Banif y otra a Consulnor. Es cierto que también ha perdido varias por el camino, pero el ejercicio de captación demuestra que continúan peleando en el mercado. 

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