Que la renta fija no proporciona ya un rendimiento seguro para las carteras de los inversores más conservadores es algo que los ahorradores han podido acreditar con la crisis. Las inyecciones de liquidez que han inundado los mercados durante los últimos años han provocado una reducción de la rentabilidad que podían ofrecer los bonos.
En Europa se ha dejado notar este efecto a partir del primer trimestre, cuando el Banco Central Europeo comenzó su programa de compra masiva de deuda. Comenzaron a ser habituales los rendimientos negativos de algunos títulos de deuda soberana, como la alemana, distorsionando la percepción de los inversores sobre la seguridad de una renta fija que ya no era tan fija.
Los fondos de pensiones han cambiado sus estrategias de inversión para garantizar una revalorización adecuada de sus carteras a medio plazo.
Para los grandes inversores institucionales como los fondos de pensiones este cambio de paradigma ha significado que se hayan tenido que replantear sus estrategias de inversión para garantizar una revalorización adecuada de sus carteras a medio plazo.
La rotación hacia activos alternativos que ofrezcan una rentabilidad similar a la de los bonos sin incurrir en un riesgo excesivo, especialmente significativa en los fondos de pensiones, ha hecho que se hayan centrado en el sector inmobiliario.
Hasta tal punto está cobrando importancia este giro de las carteras que más de un tercio del patrimonio que dedican a la inversión en activos alternativos está invertido en fondos de Real Estate.
Un estudio elaborado por la consultora Towers Watson pone de manifiesto que de los 1,4 billones de dólares que las cien mayores gestoras de fondos de pensiones dedican a los activos alternativos, un 36% está dedicado al sector inmobiliario a través de vehículos especializados. Un porcentaje nada despreciable teniendo en cuenta que los activos alternativos representan el 52% del volumen total de su patrimonio.
En el estudio se destaca que los activos inmobiliarios han ganado el interés de los inversores institucionales porque permite obtener rentabilidades de doble dígito con transacciones a largo plazo en un entorno de recuperación económica. Incluso la diversificación a la hora de elegir los activos inmobiliarios para evitar los que pueden ser más cíclicos como las oficinas se va imponiendo con fuerza.
Los fondos de fondos de private equity (20%) y la inversión directa en fondos de capital riesgo (15%) son otras de las opciones alternativas que los fondos de pensiones utilizan como fuente alternativa a la bolsa y la renta fija.