España todavía tiene una inercia positiva en los mercados, que le permite al Tesoro cubrir las subastas que afronta sin excesivos problemas. De hecho, ya ha cerrado toda la financiación para cubrir el ejercicio 2012, por lo que lo que coloque a partir de ahora (incluida la subasta de ayer) será para adelantar necesidades de 2013. Más le vale que lo haga: según Morgan Stanley, a finales de enero el mercado volverá a cerrarse para España. Por dos motivos, principalmente.
El economista jefe para Europa del banco de inversión estadounidense, Danielle Antonucci, recuerda que España sigue en recesión y que los sobresaltos de junio y casi todo julio, cuando la prima de riesgo se disparó hasta 700 puntos básicos, podrían volver. España ha tenido un respiro por la mejora de la situación en la Eurozona, propiciada por el compromiso de Mario Draghi sobre la defensa de la moneda única, así como cierta mejora en el consumo derivada de las compras anticipadas antes de la entrada en vigor de la subida del IVA.
Pero esas dinámicas se han superado ya. Así, “conforme se acerquen las elecciones alemanas de octubre, la ventana de oportunidad se irá estrechando”, y eso ocurrirá en los primeros meses del próximo año. Más le valdrá al Tesoro estar bien pertrechado aunque, como puede verse en el gráfico, las previsiones para España no son malas del todo, con vuelta al crecimiento en 2014. Eso sí, en 2013 tendrá lugar un decrecimiento del 1,5%.
Sin embargo, el Gobierno no tiene prisa por solicitar ayuda financiera y en Morgan prevén que “podrían llegar nuevos retrasos”. El Ejecutivo de Rajoy se siente razonablemente tranquilo, porque confía, además, en que en 2013 España afrontará el ejercicio con superávit por cuenta corriente.
Otro aspecto llamativo es cómo Antonucci pone sobre el papel con exquisita suavidad pero a la vez con claro alarmismo la cuestión catalana. En un comentario dirigido a clientes titulado ‘Por qué las elecciones catalanas podrían atraer la atención del mercado’, el experto realiza un exhaustivo análisis de la situación, para inversores foráneos no familiarizados con la aventura secesionista de Artur Mas.
Antonucci no realiza ningún tipo de valoración política, pero concluye afirmando que “habrá que ver si los mecanismos de control puestos por ley a las CC AA alcanzan a las más grandes, es decir, a Cataluña”, y que la región “puede hacer más complicado el programa de ajuste español, a pesar de que ha solicitado un rescate al Estado para atender vencimientos de 5.000 millones”.
Por tanto, de acuerdo con Morgan, el caso catalán puede poner en jaque los compromisos del estado, lo cual puede tener un efecto negativo en los mercados. Y, además, la ventana de oportunidad se cerrará en enero, conforme Alemania entre en periodo claramente pre electoral y las ayudas al resto de estados miembros de la Eurozona se conviertan en un asunto tabú.