En el verano de 2011 comenzó una fuga de capitales de España que lideraron los grandes fondos americanos. Tras ellos se produjo una auténtica estampida generada por la desconfianza en toda Europa. Un año después, los grandes fondos americanos están volviendo a la Unión Europea... pero no a España. Así lo constata el BCE en su estudio del mercado monetario del mes de diciembre, un análisis de los instrumentos financieros y las inversiones que el BCE realiza dos veces al año.
Según el BCE, los diez mayores fondos americanos pasaron de invertir un 6,1% de sus patrimonios en Europa en 2009 a recortarlos al 1,9% en julio y a cero meses más tarde. Pero ahora, han elegido tres destinos para regresar por considerarlos plazas seguras: Alemania, Francia, y Holanda.
La clave para esa vuelta es el anuncio del BCE de que podría comprar deuda de manera ilimitada de aquellos países que pidan el rescate, las conocidas como OMTs (Outright Market Transactions). Sin embargo, los grandes fondos están apostando sólo por respaldar a los acreedores y no a quienes quedarían como deudores en ese rescate.
Así pues, los grandes fondos no han puesto ni un dólar en España ni en Italia, donde siguen apreciando riesgos que hacen desaconsejable su inversión.