Economía

El Gobierno quiere que los parados sin ESO vuelvan a estudiar al instituto

Empleo prepara incentivos para atajar el drama: un 60% de los desempleados menores de 25 no tiene la secundaria obligatoria. Además, lanzará un contrato generacional: los emprendedores jóvenes podrán emplear gente con experiencia sin pagar cotizaciones.

  • Mariano Rajoy en una comparecencia reciente

El Gobierno quiere que los parados jóvenes sin ESO vuelvan a estudiar al Instituto. La estadística resulta estremecedora: alrededor del 60 por ciento de los desempleados menores de 25 años no ha completado la secundaria obligatoria, esencial para conseguir multitud de certificaciones profesionales.

De modo que el Ministerio de Empleo prepara un plan de estímulos para conseguir, en cooperación con las Comunidades Autónomas, que los desocupados más jóvenes retomen sus estudios.

Casi un millón de personas de edades comprendidas entre los 18 y 25 años no han obtenido el graduado en ESO. En muchos casos, sólo les faltan unas pocas asignaturas, por lo que en principio tan sólo se trataría de animarlos a hacer un último esfuerzo retornando a las aulas.

La controversia autonómica

Varias autonomías han introducido diversas variantes de esta iniciativa, como Andalucía y Extremadura, que pagan a algunos alumnos. La primera brinda unas becas de 400 euros, y la segunda abona 1.000 euros al que termine un curso de 35 semanas.

Sin embargo, estas propuestas de reinserción han suscitado una cierta polémica en el ámbito docente, pues ¿hasta qué punto es legítimo regalar dinero por ser un mal estudiante?

El paquete por el empleo

El Gobierno presentará hoy un fuerte paquete destinado a fomentar el empleo. Entre las quince medidas de choque se incluyen varios contratos con bonificaciones a la Seguridad Social. Quizá el más novedoso sea el llamado ‘contrato generación’, que permitirá a un emprendedor joven emplear a alguien con experiencia sin tener que costear las cuotas a la Seguridad Social.

Bajo el nombre de ‘saber emprender’, se constituirá una red de oficinas de las Comunidades Autónomas diseñada para orientar a los emprendedores.

Además, el Gobierno anunciará la famosa tarifa plana de 50 euros durante seis meses para autónomos; la capitalización de la prestación por desempleo hasta el cien por cien para iniciar un negocio; y la posibilidad de compatibilizar la ayuda del paro con el emprendimiento.

Contratos bonificados para jóvenes

Los principales contratos que prepara el Ejecutivo para jóvenes de menores de 30 años y mujeres menores de 35 se reducen a cuatro: el de vinculación formativa a tiempo parcial, que combinará al 50 por ciento el trabajo y la formación. Para acogerse a éste, bastará con que se esté estudiando idiomas. La bonificación de estas cotizaciones se elevará al 70 por ciento para empresas de más de 250 trabajadores y al cien por cien para el resto.

Segundo, el contrato de micropymes y autónomos bonificará el cien por cien de la Seguridad Social si se emplea a parados de hasta 30 años.   

En tercer lugar, se habilitará un contrato de primer empleo, que fomente la conversión a indefinidos de trabajadores sin experiencia incorporados por circunstancias de la producción. Esta fórmula consiste en una ayuda durante tres años de 500 euros anuales para hombres y 700 para mujeres.

Y cuarto, se incluirán incentivos para contratos en prácticas por valor del 50 por ciento de la cuota a la Seguridad Social, siempre que sean titulados sin experiencia en los últimos cinco años. En la práctica, el número de contrataciones de este tipo en España es muy bajo porque las empresas suelen optar por la beca.

Mayores de 45

Por otro lado, el Gobierno ha de concretar nuevas figuras que promuevan el empleo de los mayores de 45 años y colectivos excluidos.

Este conjunto de iniciativas estará dotado con 3.500 millones para un periodo de cuatro años y se acompañará de medidas que favorezcan la intermediación laboral y la formación y educación en el trabajo.

También se aprobará el plan ‘emprender con red’, que permitirá a los menores de 30 que inicien una actividad no perder la prestación por desempleo y volver a cobrarla si, finalmente, su negocio no prospera. Y ello se reforzará con medidas como la de proteger la vivienda habitual del emprendedor de los acreedores.

Por último, se estudian 85 medidas de largo recorrido que, de momento, sólo consisten en unas líneas bastante genéricas de actuación.

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