Mutua Madrileña trabaja ya a toda máquina en la reforma de las emblemáticas Torres de Colón. Después de dos años de intensas negociaciones con el Ayuntamiento de Madrid para dicha reforma, el grupo asegurador ha conseguido el sí de la Comisión para la Protección del Patrimonio Histórico-Artístico y Natural del Consistorio madrileño.
El 2020 será el año en el que ya por fin se comiencen las obras, pero primero se tendrá que decidir qué empresa las realizará. Para ello, el grupo asegurador ha invitado a la licitación a cuatro compañías expertas en realizar reformas de este tipo. Estas son FCC, Dragados y Ferrovial, según ha podido saber Vozpópuli por fuentes financieras consultadas.
Las obras arrancarán en enero, cuando se conozca el ganador de dicha licitación, tal y como señaló el presidente de Mutua Madrileña, Ignacio Garralda, este martes en la rueda de prensa de presentación del proyecto, aunque dejó la puerta abierta a que se puedan retrasar.
Este nuevo lavado de cara, el tercero de una de las obras más llamativas del Estudio Lamela en Madrid, tendrá una inversión de 65 millones de euros por parte del grupo asegurador; dinero que prevé recuperar en un periodo corto de tiempo, tal y como destaco su director de inmobiliario Emilio Colomina.
El proyecto de remodelación ha sido diseñado por el estudio Luis Vidal + arquitectos y potenciará la solución estructural diseñada por el ingeniero Javier Manterola para proceder a su edificación descendente, que ahora se refuerza y cobra mayor visibilidad con las nuevas soluciones propuestas. El edificio, por lo tanto, mantendrá la estructura suspendida original en su integridad, modificando el diseño y la arquitectura exterior para adaptarlo a las nuevas necesidades del siglo XXI.
Desaparece el enchufe
La reforma plantea igualmente la supresión del “enchufe” actual del edificio, instalado junto al acristalado naranja y otras modificaciones que se realizaron anteriormente. Aprovechando este espacio, el inmueble contará con cuatro nuevas plantas de oficinas, manteniéndose sin alteraciones la altura (117 metros) y la edificabilidad de las torres, tal y como exige la Dirección General de Control de la Edificación. Su superficie actual es de 20.298 metros cuadrados y así continuará siendo cuando finalicen las obras.
El proceso de transformación afectará no sólo a los más de 20.000 metros cuadrados de oficinas disponibles, sino también a las entradas de acceso y las zonas comunes a pie de calle, permitiendo ganar espacio y comodidad para los viandantes. Con el nuevo diseño se posibilitará el tránsito del Paseo de la Castellana a la calle Génova sin ningún tipo de barreras arquitectónicas.