La fábrica de Nissan en Los Corrales de Buelna (Cantabria) elabora piezas como discos de freno y manguetas de dirección para vehículos de las fábricas de Nissan y Renault en Europa además de piezas para el sector agrícola y de maquinaria industrial. Una fábrica que el año pasado produjo más de 39.000 toneladas de componentes y que debido al coronavirus, como en otras muchas fábricas españolas, vive momentos complicados.
Así, el comité de empresa y la dirección de la planta cántabra siguen tratando el futuro de la factoría tras rechazar los trabajadores una bajada salarial del 40%, aunque fuentes de la empresa han asegurado que en ningún momento de la negociación se ha planteado esa reducción salarial de la que habla el comité de empresa. En las negociaciones cuentan con el apoyo del Gobierno cántabro, cuyo consejero de Industria, Francisco Martín, reconoce que la negociación es "compleja".
Aclaran las mismas fuentes que el plan de competitividad en el que se trabaja, para su desarrollo en el periodo 2020-2023, tiene como objetivo la reducción en un 28% del coste por pieza que fabrica esta factoría, una reducción que no solo sale del salario de sus cerca de 530 trabajadores. La empresa afirma que en las negociaciones se han planteado entre 15 y 20 medidas a los representantes de los trabajadores, pero no una reducción salarial como la que han dado a conocer los sindicatos. El plan de competitividad incluirá la mejora de los procesos de la planta, la renovación de esos procedimientos y de las tecnologías que tiene la factoría, para intentar reducir el coste que supone la fabricación de las piezas de automoción que produce esta fábrica.
Tras la reunión mantenida con los representantes sindicales, a la que asistieron el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, el consejero de Industria ha recordado que las tres partes -comité, dirección de la empresa y Gobierno- siguen trabajando en ese plan de competitividad de la factoría de Nissan en Los Corrales de Buelna, que se prevé tener antes del 26 de junio. El consejero ha recordado la noticia "esperanzadora" que supuso para la planta cántabra el mantenimiento de la actividad después de que Nissan anunciara el cierre de su factoría de Barcelona.
Futuro a diez años
Martín ha achacado esa decisión sobre la planta cántabra al "ejercicio de generosidad por muchas partes", desde los trabajadores a la dirección y el Gobierno cántabro, y ha señalado que todos asumieron el compromiso de llevar a cabo antes del 26 de junio un plan de competitividad para la factoría. El consejero ha explicado que tras la reunión con la dirección y los trabajadores, ha pedido a ambas partes que mantengan la negociación, aunque entiende que se "generan tensiones como en cualquier proceso".
El presidente del comité de empresa de Nissan en esta planta cántabra, Ángel Anibarro, quien ha valorado "positivamente" la reunión con Revilla y Martín, ha recordado que sigue la negociación con la dirección y ha asegurado que el comité no ve viable la rebaja salarial del 40% que ha planteado la empresa y ha insistido en no hablar sobre la negociación hasta que no sea "efectivo". Francisco Martín ha reiterado que el Gobierno esperará lo que se decida, porque el Ejecutivo está "para sumar", y para intentar que se mantenga el futuro de la empresa, "por lo menos, los próximos diez años".
"Lo que planteamos es que esa negociación se produzca desde un punto de vista respetuoso, aunque es compleja, pero el objetivo es que la empresa siga por muchos años, que se convierta en una referencia para el grupo y que tanto Renault como Nissan sigan confiando en la planta de Corrales", ha asegurado.
Y ha resaltado la garantía contrastada que tiene esa factoría, la experiencia y unos trabajadores perfectamente formados. Sin embargo, ha reconocido que realizar inversiones para mejorar sus procesos productivos y obtener un consenso para ese plan de futuro para Cantabria.