La decisión del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) no sólo determinará el futuro financiero de Novagalicia. También el de buena parte de su plantilla. La venta de la entidad gallega a Caixabank, BBVA o Santander, los tres bancos españoles que le han mostrado al FROB su interés por adquirirla, conllevaría un mínimo de 2.000 despidos fruto de las duplicidades y de la desaparición de los servicios centrales.
Los cálculos de los sindicatos se disparan si los adjudicatarios fuesen los bancos presididos por Emilio Botín y Francisco González. En el caso del primero, las salidas se elevarían hasta los 3.500 empleados, mientras que la venta de BBVA obligaría a un ajuste de 3.000 trabajadores. Ambas entidades cuentan con cerca de 1.000 oficinas en su red gallega y un volumen importante de plantilla (1.100 trabajadores en el caso de BBVA y en el entorno del millar en el caso del Saltander). Caixabank, por su parte, atesora una plantilla cercana a los 800 empleados en Galicia.
Según ha sido hasta ahora la norma de las autoridades europeas, Bruselas siempre ha exigido que la nueva red resultante, en la principal zona de influciencia de la entidad subastada, no pueda superar el número de oficinas de ésta y del comprador. Así sucedió en los procesos del Sabadell con la CAM en la comunidad valenciana o de BBVA con Unnim, en Cataluña. En el caso de la adquisición del Banco de Valencia por Caixabank, esta adjudicación supuso casi por completo la desaparición de la red. El FROB, que realizó el ajuste antes del traspaso a la entidad catalana, redujo la red de 420 oficinas a apenas 40. Además, prescindió de 890 empleados -el 55% de la plantilla-.
El mantenimiento del empleo es una de las peticiones que se ha venido reiterando tanto desde el ámbito político, por Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta, como en el financiero, por la actual cúpula de Novagalicia, como una de los baremos que más pesen en la decisión final del FROB. Así sucedió en la venta de EVO a Apollo. Pese a que la oferta de este fondo no era la más importante desde el punto de vista económico, si fue la más redonda, según confirman fuentes del sector. A los 60 millones que desembolsará Apollo se unieron otras garantías, en especial, con el mantenimiento del empleo. El FROB ha impuesto ahora estas mismas condiciones, como adelantó Vozpópuli en septiembre pasado.
Desde el punto de vista laboral, las ofertas de los fondos y del banco venezonalo Banesco, dueño del banco Etcheverría, son las que menos recorte, si es que se llegara a producir alguno, efectuarían en la actual plantilla del banco gallego. Una plantilla que ya se ha adelgazado en 4.450 empleados desde la fusión de las dos cajas gallegas, Caixanova y Caixagalicia.
Desde la fusión de las dos cajas gallegas en 2010, su plantilla se ha reducido en más del 50% (4.450 trabajadores)
Entonces, la masa laboral de la unificada entidad gallega alcanzada los 8.500 trabajadores. Desde la fusión de ambas cajas en diciembre de 2010 a la actualidad, la plantilla ha sufrido cuatro expedientes de regulación de empleo (ERE) que han supuesto la salida de 2.000 asalariados (1º ERE), 250 (2º ERE), 350 (3º ERE) y 1.850 trabajadores, en el cuarto y más reciente.
Todos estos procesos impedirán que el próximo ajuste laboral pueda realizarse mediante la vía de las prejubilaciones. Apenas restan en el entorno de 300 empleados en toda la entidad en edad prejubilable. "Cualquier ajuste se tendrá que ejecutar a través de despidos. No queda margen para otro tipo de soluciones", explican desde los sindicatos de la entidad gallega.
En las últimas semanas, el clima entre la plantilla de la entidad gallega es de "nerviosisimo y desasosiego" ante su futuro. El FROB, que ya cuenta con las declaraciones de interés de BBVA, Santander, Caixabank, Banesco y cuatro fondos (Guggenheim, Anchorage, JC Flowers y Wilbur Ross), ha pospuesto a esta semana, pese a que pretendía pronunciarse la pasada semana, su decisión de si abrir o no el proceso de subasta de Novagalicia.
Cada una de los ocho interesados han transmitido al FROB tanto un precio como un plan de ajuste inicial tras examinar la información obtenida en el ‘data room’ que explicaba el cuaderno de venta de BNP Paribas. El fondo dirigido por Antonio Carrascosa pretende ingresar unos 1.500 millones que se corresponden con el 55% del valor de la entidad en libros. Ahora, tras recibir estas ofertas no vinculantes, el FROB ya conoce con qué capacidad cuenta para poder recuperar este nivel de ayudas públicas, cifra que parecía irrenunciable para Carrascosa, el pasado 3 de octubre, ante el enorme interés existente por Novagalicia.
En caso de abrir formalmente la subasta, los ocho interesados tendrán acceso a toda la situación financiera de Novagalicia, contenida en la ‘due dilligence’ realizada por BNP Paribas. Habitualmente, esta fase de análisis suele prolongarse entre tres semanas y un mes. Una vez concluída, los interesados terminan de perfilar su oferta para presentar el precio final. Así, la decisión final del FROB puede adentrarse en diciembre frente al último calendario marcado por el fondo de rescate que pretende tener resuelta la adjudicación a mediados de este mes de noviembre.