El ritmo de crecimiento de la economía española comienza a ofrecer síntomas de fatiga, según ha advertido la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), señalando que estas señales aún son provisionales, en línea con las perspectivas detectadas para el resto de las principales economías de la zona euro.
"El indicador para España apunta a signos tentativos de un impulso de crecimiento más moderado", explicaron a Europa Press desde la OCDE en referencia a la última lectura del índice compuesto de indicadores líderes (CLI), diseñado para anticipar los puntos de inflexión de la tendencia de la actividad económica en el periodo de seis a nueve meses.
El indicador correspondiente a España se situó en mayo en 99,64 puntos, su quinto descenso mensual consecutivo y su peor lectura desde octubre de 2013, según los registros de la organización internacional con sede en París.
En línea con los síntomas de debilitamiento del crecimiento de España, los indicadores del resto de grandes economías de la zona euro también han detectado síntomas de moderación de la expansión en Alemania, donde se situó en 100,2 puntos, frente a 100,3 en abril, así como en Francia, con 99,7 puntos desde los 99,9 del mes anterior, y en Italia, con 100 puntos, frente a 100,2 en abril.
De este modo, las expectativas para la eurozona apuntan a un debilitamiento del impulso de crecimiento, después de que el CLI haya caído a 99,9 puntos desde los 100,1 de abril, su sexto descenso mensual consecutivo.
Por contra, el dato correspondiente al conjunto de la OCDE sugiere una tendencia estable de crecimiento, situándose en 99,9 puntos desde los 100 del mes anterior, gracias a la estabilidad de las expectativas de expansión para EEUU, donde el indicador se situó en 100,2 puntos, sin cambios respecto a abril y marzo, así como para Japón, donde el dato se mantiene estable en 100 puntos desde febrero.