La inversión en oficinas de farmacia está en auge. Durante este último año, el número de compraventas de licencias y oficinas de farmacia aumentó un 15%, según aseguran desde la Asociación Madrileña de Asesores de Farmacia (AMAF), que presentaron este miércoles su informe anual sobre el sector.
Adquirir una farmacia no es barato. De media, se estima que el precio de adquirir una licencia de farmacia ronda los 600.000 euros, sobre todo en las capitales. Además, suponen una inversión notable, ya que hay asumir su cotes, la disponibilidad jurídica de un local que sea más amplio que el anterior, la renovación de mobiliario y las reformas pertinentes.
A pesar de que en 2018 el precio de venta ha aumentado de manera moderada, entre 2016 y 2017 el valor de venta de las oficinas de farmacia se disparó hasta un 22%. Desde AMAF aseguran que este crecimiento continuado se debe a que apostar por la compra de una oficina de farmacia es una "inversión de negocio muy estable" y con "gran potencial de crecimiento".
Según explicaba ayer en rueda de prensa Blanca de Eugenio, de Orbaneja Abogados, otra de las principales razones que explican el auge en el número de compraventas se debe al hecho de que "las entidades financieras concedieran préstamos con mayor facilidad". Lo cierto es que el número de préstamos concedidos a personas que quieren adquirir una farmacia o una licencia ha aumentado en el último año.
"El banco sabe que el farmacéutico es un buen pagador y que una farmacia siempre va a ser un negocio seguro, porque la gente se va a seguir poniendo enferma", explicaba De Eugenio, al tiempo que destacaba que es un sector "que cuenta con confianza en todos los niveles".
Las farmacias urbanas, las más solicitadas
Dentro del tipo de farmacia más demandada, el entorno urbano predomina sobre el rural, en parte debido a que recibe más público como consecuencia de la densidad de población.
Otro de los requisitos más buscados entre los compradores es que las oficinas sólo abran ocho horas, ya que según afirmaba ayer Carlos García-Mauriño, socio fundador de Asefarma, una de las tendencias que han observado en el sector es que ha aumentado la conflictividad laboral debido a la apertura de horarios.
Como consecuencia, también ha crecido el número de expedientes disciplinarios sancionadores por parte de los titulares de farmacia a sus trabajadores. "El titular farmacéutico ha aprendido a hacer las cosas con pruebas porque las demandas suelen ganarlas los trabajadores. Se han acostumbrado a tener pruebas y dejar las cosas por escrito, ya al ser más protocolarios pueden defenderse", alegaba.
Perfil del comprador de farmacia
El perfil del comprador de farmacia sigue siendo el mismo que en los últimos años: mujer, mediana edad y con recursos económicos. No obstante, se ha observado un aumento del número de hombres interesados en hacerse con una oficina de farmacia, algo que desde AMAF han valorado positivamente. "Hay clientes que se sienten más cómodos con un hombre detrás del mostrados", afirmaban.
Curiosamente, uno de los perfiles que más fuerza ha ganado en el último año es el del profesional de la industria farmacéutica que se "recicla" y opta por invertir comprando una farmacia. Suelen ser profesionales de laboratorios farmacéuticos que dejan sus puestos cuando ya tienen mucha experiencia -ya sea mediante prejubilaciones voluntarias o por culpa de un ERE- y eligen continuar sus carreras detrás de un mostrados. Aproximadamente son 1 de cada tres interesados en hacerse con una oficina de farmacia.
Los contratos más utilizados para farmacéuticos y técnicos de farmacia "siguen siendo los de prácticas, seguidos de contratos de interinidad para sustituciones de bajas médicas y maternidades, así como los temporales para cubrir vacaciones", según destaca el informe. No obstante, los asesores de farmacia aseguran que 2018 ha sido un año en el que el número de contrataciones ha aumentado, lo que han calificado de ser "un buen indicador de que el sector está creciendo".
