El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, ha criticado que la inseguridad jurídica que se vive en España haya repercutido "muy negativamente no sólo sobre la cotización y los resultados de las entidades financieras, sino también sobre su reputación ante la sociedad española".
Así de duro se ha mostrado el banquero en la junta general de accionistas de la entidad que preside y que se ha celebrado este jueves en Alicante, donde radica su sede social.
Oliu ha advertido que las entidades financieras española se han visto afectadas por dos factores adicionales como son un "marco regulatorio más complejo y menos predecible, que impone mayores requisitos de capital a las entidades, y una creciente impresión de inseguridad jurídica derivada de ciertas resoluciones judiciales".
De esto último, ha puesto como ejemplo el debate provocado sobre la posible retroactividad del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados en las escrituras de préstamos con garantía hipotecaria, consecuencia de sentencias contradictorias sobre un reglamento "con más de veinte años de antigüedad", ha recordado.
Exige un marco jurídico y político para desarrollar la actividad bancaria con seguridad
El banquero también ha subrayado las incertidumbres generadas por la posible revisión del índice IRPH en los préstamos hipotecarios por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
"Este índice utilizado en multitud de operaciones se trata de un índice oficial, publicado por el Banco de España, cuya utilización principalmente por las Cajas de Ahorros estaba amparada en normas administrativas", ha aclarado.
Sobre esto, ha advertido que los "análisis interesados sobre una posible sentencia futura causan a los bancos daños económicos y de reputación de difícil reparación y también perjudican al propio marco de seguridad jurídica español en el que se desenvuelve la actividad bancaria".
Oliu ha proseguido en su combativo discurso exigiendo "unos marcos jurídicos y políticos estables que le permitan desarrollar su actividad con seguridad y eficacia en beneficio de todos".
TSB
Oliu ha recalcado que en la migración de datos de la plataforma de su filial británica TSB no se produjeron filtraciones de datos, pero ha admitido que la crisis mediática ha provocado "costes adicionales provenientes de los casos de fraude y, especialmente, del tratamiento regulado de compensación a los clientes afectados".
Asimismo, ha afirmado que el proceso de corrección ha finalizado y la actividad de los negocios "ha vuelto a los niveles normales antes de la migración".
"TSB inicia en 2019 una nueva etapa que esperamos pueda retomar la dinámica comercial y avanzar en la mejora de los niveles de eficiencia", ha dicho.
Una nueva etapa que estará dirigida por la nueva consejera delegada, Debbie Crosbie, "con experiencia probada en el sistema financiero inglés, que afrontará un nuevo plan estratégico y de negocio", ha explicado.