Orange ha incrementado su plantilla en 373 trabajadores en dos años. La apertura a otros negocios por parte del operador de origen francés está detrás de este hecho. Se da la circunstancia de que la plantilla global de sus competidores directos (Telefónica y Vodafone) se ha visto reducida en los últimos tiempos.
Las últimas cuentas del operador de telecomunicaciones de origen francés, correspondientes al 2019, arrojan un incremento del 14% en la plantilla desde 2017. Ese año contaba con un total de 2.697 empleados, por los 2.887 trabajadores con los que cerró en 2018 (2.697 empleos más) y los 3.070 puestos de trabajo que ha declarado para el año pasado (los citados 373 más que en 2017).
El motivo de este incremento en la plantilla se debe a la diversificación del negocio acometida por Orange. "El crecimiento de estos años viene dado de incorporaciones en perfiles estratégicos, como son la transformación de IT, Big Data, ciberseguridad, robotización, transformación a través de metodología Agile e incorporaciones en red de ventas de la compañía", explican desde el operador a Vozpópuli.
Las previsiones de la consultora IDC auguran un crecimiento del negocio de la ciberseguridad del 6% en 2020 (comparado con el 2019), casi 1.400 millones de euros en España
Se trata de una estrategia que también han acometido sus rivales directos. La competencia en el sector de los operadores de telecomunicaciones es muy grande en nuestro país. Decenas de pequeñas compañías (Operadores Móviles Virtuales) reducen las tarifas mes a mes, lo que obliga a los operadores de mayor tamaño a reducir sus precios, lo que deteriora los márgenes de ingresos por cliente.
Este es el motivo principal por el cual las grandes empresas de telecomunicaciones han decidido abrir otros frentes. Para reforzar esta estrategia en materia de ciberseguridad Orange decidió adquirir hace unos meses la empresa SecureLink por 515 millones de euros.
Una operación que incrementará los ingresos de esta división hasta los 600 millones de euros anuales, aseguró en su día la compañía en un comunicado. Esta empresa se suma al equipo de ciberseguridad que el operador de telecomunicaciones posee, y que da servicio a otras empresas. Orange acometió esta inversión a pesar de que SecureLink, con sede en Holanda, reportó unas pérdidas de 9,5 millones de euros en sus cuentas correspondientes a 2018.
Nuevo SOC
Hace sólo unos meses, concretamente en febrero de 2020, Orange lanzó un nuevo Centro de Operaciones de Seguridad (SOC) para dar servicio a empresas que requieran de soluciones de seguridad. “Con la inclusión de los servicios de ciberseguridad avanzada (customer SOC) ampliamos el portfolio actual de servicios digitales de Orange (IoT, Ciberseguridad, Cloud, Colaboración y Big Data), reforzando nuestra propuesta de valor para las empresas y posicionando nuestra oferta como una de las más completas y competitivas del mercado”, explicó Juan Reyero director de Marketing de Grandes Empresas de Orange. Estas instalaciones vienen a complementar los servicios que ya ofrece Orange en el ámbito de la ciberseguridad, como son Security Suite, Secure Endpoint y AntiDDoS.
Las previsiones de la consultora IDC auguran un crecimiento del negocio de la ciberseguridad del 6% en 2020 (comparado con el 2019), lo que supone un volumen de casi 1.400 millones de euros en España. El segmento que más crecerá será el de los servicios gestionados de seguridad, y representará el 27% del mercado.
Un negocio que seguirá cotizando al alza. Según un estudio elaborado por la empresa de virtualización VMware el 98% de las empresas ha sufrido algún incidente de ciberseguridad en 2020, coincidiendo con la pandemia causada por el coronavirus, una 'excusa' que los ciberdelincuentes han utilizado para incrementar los ciberataques. El aumento del teletrabajo, con la debilidad que esto supone en términos de ciberseguridad, es uno de los motivos del incremento en las amenazas.
