Mayo es el mes en el que el sector de las telecomunicaciones conocerá previsiblemente las condiciones que la Comisión Europea establecerá para la fusión entre Orange y MásMóvil, que alumbrará al que será el mayor operador español por clientes, por delante de Telefónica y Vodafone.
Los despachos de Bruselas arden estos días evaluando cuáles serán los también denominados como 'remedies', (remedios en español). De ellos están muy pendientes todos los operadores, porque condicionará su competitividad. Lo hará para mal en el caso de quienes reciban la imposición -Orange y MásMóvil- y se beneficiarán sus competidores.
Las condiciones pueden ser muchas y muy variadas: obligación de vender activos, cesión de marcas comerciales o acceso a infraestructuras como antenas de telecomunicaciones o fibra óptica. Digi Mobil, el operador rumano al que tan bien le van las cosas en los últimos tiempos -es el que más clientes roba a la competencia desde finales de 2020 desplazando del trono a MásMóvil-, espera con mucha atención lo que suceda en Bruselas. De lo que allí se decida dependerá que pueda mantener el ritmo de crecimiento o incluso aumentarlo.
Conversaciones a varias bandas
A partir del momento en el que la Comisión Europea publique sus condiciones, se abrirá un periodo de negociación en el que los operadores de telecomunicaciones realizarán sus alegaciones. La idea en este tipo de procesos es que todas las partes consideren la decisión final como justa para el sector, y no se dañe la competitividad ni por exceso ni por defecto.
En la actualidad la operación se encuentra en la llamada Fase II, es decir, desde Bruselas se investigan a fondo todas las aristas de la operación para que las condiciones que se impongan sean lo más justas posibles.
La operación, anunciada el pasado mes de julio, supone la creación de una compañía con una valoración de 18.600 millones de euros según el comunicado lanzado por Orange y MásMóvil, de los cuales 7.800 se atribuyen a Orange (segundo operador de telefonía móvil en España) y 10.900 a MásMóvil (cuarto)
La Comisión Europea se mostró preocupada al anunciar el paso a la nueva fase de una operación que "disminuiría el número de operadores de red en España, eliminando así un competidor innovador y significativo", lo que podría llevar a "precios más elevados y a una menor calidad de los servicios de telecomunicaciones para los clientes".
Desde Orange le quitaron hierro al asunto. Consideran que en una operación de estas características es normal que se realice una investigación exhaustiva. Sin embargo, otras fuentes consultadas por este diario explican que tanto el propio operador francés como MásMóvil están "preocupados" sobre la decisión que tomará Bruselas en torno a los 'remedies'.
La operación, anunciada el pasado mes de julio, supone la creación de una compañía con una valoración de 18.600 millones de euros según el comunicado lanzado por Orange y MásMóvil, de los cuales 7.800 millones se atribuyen a Orange (segundo operador de telefonía móvil en España) y 10.900 millones a MásMóvil (cuarto del mismo sector).
En cualquier caso, Bruselas pretende pisar el acelerador al máximo para que la fusión sea una realidad antes de finales del presente año, lo que a efectos prácticos supondría que en 2023 la nueva entidad comenzaría a ofrecer servicios.