El profesor del IESE Pablo Fernández, junto a sus colaboradores Isabel Fernández Acín, de la Universidad de Navarra y Pablo Linares, también del IESE, ha publicado un nuevo artículo, esta vez sobre los “9 errores comunes de algunos abogados sobre finanzas y contabilidad”.
Linares es un experto célebre por sus análisis sobre el sector financiero. Este año ha realizado dos informes demoledores sobre la industria de inversión colectiva, uno sobre pensiones y el otro sobre fondos.
Sobre pensiones, denunció las malas rentabilidades, calificando a la industria de previsión privada de oligopolio y reclamando una cuestión que ya está sobre la mesa: la posibilidad de que el particular pueda ‘fabricar’ su propia pensión, mediante cuentas de jubilación que tuvieran los mismos incentivos fiscales que los planes.
Algo parecido a lo que se hizo en su día con la Cuenta Vivienda. Con ello, se eliminarían barreras del mercado y se estimularía la competencia. Fernández denunciaba que, a tenor de los malos resultados, no estaban justificados los incentivos fiscales sólo para los planes privados.
En el capítulo de fondos, también ponía de manifiesto los flojos retornos, que provocaban según su análisis que “las gestoras no se ganan las comisiones que cobran”.
Divertidos casos
El nuevo artículo “recoge errores habituales detectados por los autores en su trato con abogados, con licenciados o doctorados en Derecho juicios, arbitrajes” o incluso ¡consejos de administración! Algunos ejemplos aportados por el estudio resultan incluso hilarantes, con diálogos recreados de algunos consejos a los que han asistido.
Fernández deja algunas incógnitas abiertas en su trabajo y anima a los lectores a que reporten sugerencias, en un correo incluido en su informe completo.
El asunto tiene una elevada importancia en los actuales tiempos, en los que han llegado a los tribunales cuestiones tan espinosas como la estafa de Madoff, la quiebra de Lehman Brothers, la venta de participaciones preferentes u otros productos híbridos, así como las cláusulas suelo de las hipotecas.
En muchos de estos casos ha habido sentencias contradictorias y se ha podido constatar que los jueces no tenían la formación financiera necesaria para afrontarlos. Pablo Fernández lo ha constatado de manera fehaciente.