Google canalizó 128.000 millones de euros en pagos de regalías a través de Países Bajos entre 2012 y 2019, aprovechando el sistema de elusión de impuestos corporativos, lo que supuso una pérdida de más de 30.000 millones de euros al Tesoro de Estados Unidos, pero solo un ingreso fiscal extra de 25 millones a La Haya.
A través de una filial neerlandesa, el gigante estadounidense canalizó esos ingresos a Bermudas durante ocho años, lo que rindió a Países Bajos unos 25 millones de euros, hasta que Google optó hace un año por detener la construcción fiscal, según un informe anual de la empresa recogido por la televisión pública NOS.
El esquema fiscal involucró al impuesto a las regalías, las comisiones pagadas por el uso de la propiedad intelectual de Google, que terminaron en su filial Google Netherlands Holdings BV, desde una empresa registrada en Irlanda y otra en Singapur, y todo ese dinero, los 128.000 millones de euros, se transfirió a Bermudas.
Según la multinacional, el destino último de esa recaudación fue Estados Unidos, donde se encuentran las oficinas centrales del gigante tecnológico, y asegura haber pagado impuestos sobre ello, aunque no especifica la cantidad.
La flexibilidad de la legislación neerlandesa, sumada a los numerosos tratados en cuestiones fiscales que tiene Países Bajos, ha permitido a Google no pagar impuestos sobre las regalías obtenidas, dinero que entraba y salía de territorio neerlandés sin problema y que acabó en las Bermudas libre de impuestos.
A cambio de casi nada
Esta construcción fiscal no permitió a Países Bajos quedarse con una cantidad importante del dinero que Google habría tenido que pagar en Estados Unidos. Si el ingreso obtenido hubiera acabado directamente en Estados Unidos, la multinacional habría tenido que pagar 38.000 millones de euros en impuestos, en base a la tasa impositiva que se ha aplicado en el país norteamericano: un 35% entre 2012 y 2017, y después un 21%.
Así, mientras el Tesoro estadounidense perdió decenas de miles de millones de euros en ingresos fiscales, Países Bajos sólo obtuvo un extra de 25 millones de euros en concepto de impuestos sobre ganancias, que se limita a un simple 0,02 % del total.
En respuesta a estos números, Google recordó que se basan en un "escenario ficticio" y justificó haber pagado el 21 % de sus ingresos en impuestos en todo el mundo durante la última década, de los cuales, al menos un 80 % fueron a Estados Unidos.
La estructura de las regalías de Google existe desde 2004, aunque no está claro si utilizó este esquema desde el principio. La Cámara de Comercio de Países Bajos solo muestra cifras registradas desde 2012.
A pesar de las frecuentes críticas a su estructura fiscal, Países Bajos no se considera oficialmente un "paraíso fiscal", explicó a Efe Arjan Lejour, de la Oficina de Análisis de Política Económica (CPB) del Ministerio holandés de Economía.
"Suponiendo que la evasión de impuestos corporativos a nivel mundial es de alrededor de 150.000 millones de dólares, 22.000 millones son desviados a través de Países Bajos. Países Bajos apenas se beneficia de eso; se queda con unos 2.000 millones de euros al año. La evasión fiscal es un subproducto de tener un clima de inversión atractivo", detalló.
Además, consideró que las empresas acabarían "utilizando otros países si éste deja de tener atractivo", y la cantidad de "impuestos perdidos" por países como España e Italia debido al sistema tributario holandés es "muy limitada".
Google no es único
Según un estudio de la CPB en 2019, muchas compañías canalizan sus regalías a Bermudas a través de Países Bajos, aunque el gigante tecnológico es el más importante. "No es ningún secreto que esto concierne principalmente a Google", dijeron los investigadores sobre el papel de Países Bajos como conducto hacia paraísos fiscales.
La elusión fiscal no es ilegal, puesto que se basa en el uso de vías legales para reducir al máximo el pago de impuestos, pero no los evade ocultando ingresos. Sin embargo, en los últimos años han aumentado las críticas sobre las multinacionales que utilizan paraísos fiscales para evitar pagar grandes cantidades de dinero a las autoridades estatales.
Diferentes países están actuando para frenar estas prácticas. Irlanda concluyó en 2015 que su estructura era una forma de eludir la retención fiscal islandesa y decidió cambiarla, mientras, Estados Unidos introdujo normas fiscales nuevas para acceder al dinero que sus multinacionales tienen en paraísos fiscales.
Estos cambios en Irlanda y Estados Unidos influyeron en la elección de Google, que se vio entre la espada y la pared cuando la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) actualizó sus directrices. "En diciembre de 2019, simplificamos nuestra estructura corporativa y empezamos a otorgar licencias de nuestra propiedad intelectual desde Estados Unidos, no de las Bermudas", reconoció un portavoz a NOS.
Países Bajos también se sumó a los cambios. A partir de este año, empieza a gravar las regalías recibidas por las empresas que se canalizan a paraísos fiscales a través de la Hacienda neerlandesa, y, aunque Google dice no necesitar ese esquema, la compañía mantiene una oficina en Ámsterdam.