Economía

La necesidad de reducir el déficit se impone a las promesas electorales

Pese a la importancia electoral que los pensionistas tienen para el PP y las numerosas declaraciones de miembros del Gobierno, el Ejecutivo no ha podido ir contra la realidad.

El Gobierno finalmente ha decidido que sólo subirá las pensiones un 2 por ciento para las que se encuentren por debajo de los 1.000 euros y un 1 por ciento para las que están por encima. Se acabó el debate. Pese a la importancia de estos votantes para el PP y a las numerosas declaraciones de miembros del Gobierno sosteniendo que se revalorizarían con el IPC, el Ejecutivo no ha podido  ir contra la realidad.

El déficit público es esencial y se antoja difícil cumplirlo. Así que Rajoy ha tocado justo lo que había prometido que tocaría en último lugar. Hay un 1 por ciento de IPC que ya está incorporado a las prestaciones de este año. De modo que los pensionistas que cobren más de 1.000 euros ya la tienen incluida en su paga y, por tanto, no recibirán un euro más. Los que cobran menos de 1.000 euros, el 70 por ciento, ingresarán una paga compensatoria del 1 por ciento que corresponde a la diferencia entre el 1 por ciento ya abonado en la paga y el 2 por ciento que se revaloriza.

El coste de la medida ascenderá a los 1.500 millones. La mitad de esos fondos se destinarán a esa paga extra y la otra a la consolidación de la subida en el año que viene. El Gobierno se ahorra por tanto 2.300 millones, la diferencia entre los 1.500 millones que desembolsará y los 3.800 millones (cien millones por cada décima de desviación en la inflación) que habría tenido que afrontar si actualizase las pensiones conforme al IPC del 2,9 por ciento conocido en noviembre.

El Gabinete de Rajoy ha tenido además que recurrir una vez más al Fondo de Reserva de la Seguridad Social para poder hacer frente a este desembolso y, sobre todo, a la paga extra de Navidad. Tras haber perdido unos 3 millones de cotizantes, el Ministerio de Empleo ya había tomado el 3 por ciento del gasto en pensiones que le permitía la ley como máximo en un año, unos 3.000 millones, y unos 4.500 del fondo de las mutuas. Además, había logrado que Hacienda se hiciese cargo del total de las pensiones no contributivas.

Ahora, tendrán que modificar la legislación al objeto de tomar 4.000 millones más, con la ventaja de que el dinero que toman del Fondo de Reserva permitirá a Hacienda aliviar el déficit de la Seguridad Social, que se encuentra por debajo de los 10.000 millones de previsión de números rojos que había enviado a Eurostat a mediados de año.

Montoro se reservaba precisamente unos 10.000 millones de margen para compensar el agujero de las pensiones y el desempleo. Al mismo tiempo, el Ministerio de Empleo ha ampliado en 4.295 millones de euros el crédito que tiene adquirido con Hacienda para costear las prestaciones del paro, lo cual elevará el déficit aún más. Y, además, el titular de las cuentas públicas tendrá que lograr un poco más de ahorros con los que compensar los desfases en los que puedan incurrir las Comunidades Autónomas.

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