Un impuesto del 0% a los depósitos. Esa es la medida aprobada por el ministerio de Hacienda para evitar que las Comunidades Autónomas cedan a la tentación de gravar las cuentas bancarias registradas en sus territorios, cosa que ya hacían Extremadura, Canarias y Andalucía. También Cataluña estudiaba su aplicación. Dos administraciones no pueden gravar el mismo hecho imponible, por lo que los entes regionales ya no podrán emplear ese mecanismo para financiarse. El Gobierno, por tanto, incrementa la dependencia financiera de las CC AA del estado central aplicando impuestos con tipo 0, es decir, que no recaudarán absolutamente nada pero que impedirán que lo hagan otros.
A media tarde, algunos informes internos de casas de análisis valoraban este medida con gran sorpresa: "Para evitar que apliquen un impuesto propio (las CC AA), bloquean con otro a tipo cero... Se siguen restringiendo las posibilidades de financiación de las CC AA de financiarse sin control, aunque la imaginación es libre y algo se inventarán”, comentaba un banco privado en una nota a sus clientes.
El documento contiene divertidas expresiones de sorpresa ante dicho impuesto fallido de inicio, recogiendo también que “el modelo es lo que no funciona”. La entidad financiera recordaba en su breve informe que la pérdida de recaudación de las regiones deberá ser compensada por el Estado, de acuerdo con la ley de financiación de la comunidades autónomas.
Fuentes cercanas a la Agencia Tributaria reconocían que la medida puede sonar arbitraria, chusca o exótica, “pero es tal cual como suena”, indican las fuentes.
Reacciones
Evidentemente, la cosa no podía quedar así. El secretario general del PSOE en Extremadura, Guillermo Fernández Vara, calificó la noticia de “atraco a mano armada”, que dejará a la región sin 30 millones de euros anuales, criticando a su vez al presidente regional, José Antonio Monago, del PP, que “ni se debe haber enterado”, ya que “no pinta nada” ante el Gobierno. Monago gobierna gracias al apoyo implícito de IU. En Andalucía gobierna el PSOE, mientras en Canarias lo hace Coalición Canaria con ayuda de los socialistas.
Conviene recordar que el propio Monago salió la semana pasada efectuando declaraciones públicas en defensa de la legalidad de este impuesto, que desparecerá a partir del próximo 1 de enero. Contestando ante una presunta consulta del Gobierno a la UE sobre el mismo, declaró que "la Unión no puede dictaminar sobre un impuesto que arrancó en el 2001 y que ha estado diez años en sede judicial”. Ahora, ha sido el Gobierno quien lo retira.
El impuesto establecía un tipo del 0,5% a partir de los 60.000 euros, que se iba incrementando por tramos conforme lo hacían las sumas depositadas.
Explicación: la UE
Aunque las primeras reacciones ante esta pintoresca medida han sido de sorpresa e incluso burla, algunas fuentes tributarias señalan que este hecho llega para reservarse la posibilidad de aplicar un tipo impositivo extraordinario a los depósitos cuando los países de la Eurozona así lo consideren. Eso justificaría la consulta a la UE de la que habló la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y a la que se refería Monago.
Con semejante paso, el Ejecutivo se reserva para si mismo la medida antes de que la aplicaran más regiones. Pero tenerla bloqueada temporalmente con un 0% sin más explicaciones es algo que va más allá de lo anecdótico.
