A partir del 1 de enero de 2020 todos los hombres que tengan un hijo podrán disfrutar de una baja por paternidad de 12 semanas de duración, cuatro semanas más de la baja que han disfrutado aquellos que han sido padres en el año 2019.
Más suerte tendrán todavía los varones que sean padres en el año 2021, ya que entonces su baja de paternidad se ampliará hasta las 16 semanas -unos cuatro meses-, el mismo permiso del que disfrutan las progenitoras.
Este incremento se aprobó por el real decreto-ley de "medidas urgentes para garantía de la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación", del 1 de marzo de 2019, que ya amplió el permiso de paternidad a 8 meses a partir del 1 de abril de 2019, con el objetivo de fomentar la igualdad entre hombres y mujeres y alcanzar la media de permiso de paternidad que existe en los países de la Unión Europea.
El permiso de paternidad es un subsidio que se concede a los trabajadores por nacimiento de hijo, adopción o acogimiento (siempre que el menor tenga menos de 6 años).
A partir de este año, las primeras cuatro semanas de la baja se deben disfrutar inmediatamente después del parto (eran dos en 2019) y de forma ininterrumpida, mientras que las restantes se pueden coger de forma interrumpida hasta que el hijo cumpla un año de edad.
"La madre biológica podrá ceder al otro progenitor un periodo de hasta dos semanas de su periodo de suspensión de disfrute no obligatorio", explica el decreto.
No tributa en el IRPF
Se trata de un permiso retribuido al 100% (el padre recibe el total de su salario) y no se puede compartir con la madre.
Desde el año 2019, este subsidio, al igual que el permiso por maternidad, está exento de tributar en el IRFP, lo que ha llevado a la Agencia Tributaria a tener que devolver de forma retroactiva las retenciones que se habian efectuado a los que han sido padres en los últimos cuatro años, periodo no prescrito.