La biofarmacéutica Pharmamar prevé cotizar en la Bolsa de Estados Unidos este año, y de hecho estará preparada para hacerlo ya desde julio, a la expectativa de que se presente "un buen momento" en cuanto al precio de las acciones, aunque tampoco tienen "una prisa desesperada".
Así se ha pronunciado el presidente de la compañía, José María Fernández de Sousa, antes de la celebración de la junta general de accionistas de Pharmamar, que deberá dar su visto bueno a la venta de Zelnova por un importe de 33,4 millones de euros.
A esta desinversión dentro del segmento de química de gran consumo del Grupo Pharmamar se suma la de Xylazel, que le reportó 21,8 millones, en atención a la recomendación de inversores americanos interesados en varios productos de la compañía de que focalice su acción en la unidad de negocio de oncología.
De hecho, el mercado americano es el objetivo prioritario de uno de los proyectos estrella en los que trabaja Pharmamar, la lurbinectedina, una molécula de origen marino con la que ensaya para el tratamiento de cáncer de pulmón microcítico o de célula pequeña, y cuya aprobación supondría "un cambio radical" en la compañía.
Proyecto estrella
En cuanto al otro proyecto estrella, el Aplidin (plitidepsina), el socio de Pharmamar en Australia consiguió su aprobación en ese país para el tratamiento de mieloma múltiple en combinación con dexametasona en cuarta línea.
Esta aprobación abre la puerta a otras en mercados del sudeste asiático, así como en México, Canadá y el norte de África, donde PharmaMar cuenta con socios para este producto.
El presidente de Pharmamar ha tildado de "inexplicable" que la Agencia Europea de Medicamentos no diese licencia para el Aplidin, quizá porque, ha conjeturado, "perjudica" a la decena de tratamientos importados desde América, y ha recordado que la compañía presentó un recurso ante la Comisión Europea.