La economía española creció sólo un 0,2% este verano. El dato lo ha revelado este viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE). El organismo despeja así las dudas de los economistas y del mercado. Desde hace semanas se esperaba un indicador que aclarara hacia dónde se dirige la economía. A la luz del avance difundido por el INE, el PIB se encuentra ya en una situación de estancamiento y se encamina a la recesión técnica, que consiste en el encadenamiento de dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo.
El parón económico se explica, a la luz de los datos difundidos por el INE, por la contracción del consumo y un tirón mucho menor de las exportaciones, el factor que tanto a contribuido para afianzar la recuperación tras la pandemia. La demanda nacional registró en el tercer trimestre un avance de 0,8 puntos, 1,1 puntos menos en comparación con el segundo. Por su parte, la demanda externa aportó tres puntos al crecimiento, 1,9 puntos menos que en el trimestre pasado.
El panorama tampoco es demasiado halagüeño en términos de empleo. Medido en horas trabajadas, según la Contabilidad Nacional, registró una variación intertrimestral del -0,1%. Según precisa el INE, "esta tasa es de mayor magnitud en el caso de los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, debido a la variación que se observa en la jornadas medias a tiempo completo (-1,2%)".
El estancamiento se daba por hecho, a la vista de las proyecciones que han ido publicando los principales servicios de estudios. Y, sobre todo, después de que organismos como el Banco de España o la AIReF pronosticaran un importante enfriamiento del PIB de cara a 2023.
Además, hace justo una semana, el director general de Productos Estadísticos del INE, Alfredo Cristóbal, anticipó que el PIB del tercer trimestre podría situarse "en torno a cero". Una declaración sorprendente -el Instituto nunca habla de estimaciones- que causó resquemor en el Ministerio de Economía. La propia vicepresidenta económica, Nadia Calviño, se mostró sorprendida por el 'atrevimiento' del alto cargo del INE. "No he visto nunca nada parecido", aseveró.
Calviño también reaccionó este miércoles a las proyecciones pesimistas que ha realizado la presidenta de la AIReF, Cristina Herrero. Esta institución pronostica la entrada de España en 'recesión técnica', ya que, según sus previsiones, el PIB entrará en "terreno negativo" en entre octubre y diciembre. Y mantendrá ese signo durante el primer trimestre de 2023. "Los indicadores económicos no apuntan a una recesión técnica", insistió la vicepresidenta económica hace dos días.
La recesión, en 2023
De momento, el Gobierno logra esquivar la entrada en recesión este mismo año. Las dos décimas de crecimiento cuantificadas por el INE aplazan ese mal trago para Calviño, que llegará, irremediablemente, al cierre del primer trimestre de 2023. La tendencia que marca el PIB lo dice todo. La economía española registró un avance del 1,5% en el segundo trimestre, impulsado por la recuperación del consumo y la buena campaña de Semana Santa. Ese incremento se ha reducido a un mínimo 0,2% en verano.
Los siguientes trimestres, salvo sorpresas, serán negativos. Funcas, por ejemplo, augura una caída del 0,4% entre octubre y diciembre. Ese retroceso se encadenará con otro más que previsible batacazo en el primer trimestre de 2023, un periodo menos benigno, generalmente, para la economía y el empleo.