España fue, después de Irlanda y por delante de Turquía, de la República Checa y de Grecia, el país de la OCDE donde más se ha depreciado en términos relativos el salario mínimo durante la crisis entre 2007 y 2013, según un estudio publicado este miércoles. El salario mínimo pasó a representar en 2013 en España un 41,3% del salario medio (el nivel que tiene por encima y por debajo un 50% del total), 2,6 puntos porcentuales menos de lo que significaba seis años antes, indicó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
Eso significa que se situó en la sexta posición por la cola de los 26 miembros con salario mínimo, por delante de la República Checa (36,4%), México (36,8%), Estados Unidos (37,4%), Estonia (38,8%) y Japón (39%). En el caso de Irlanda, la caída relativa durante esos seis años de crisis fue de 5,4 puntos porcentuales, pero quedó en una posición media de la OCDE, con un 47,9%. Los países que tenían un salario mínimo más elevado respecto a la media de las retribuciones del conjunto de los trabajadores en 2013 eran Colombia (en proceso de acceso a la organización, un 81% del mediano), Turquía (69,4%), Chile (67,8%), Francia (62,8%), Eslovenia (61,2%) y Nueva Zelanda (59,5%), según recoge Efe.
España se situó en la sexta posición por la cola de los 26 miembros con salario mínimo
No obstante, en España el salario mínimo es más bien un suelo que sirve de referencia y no una remuneración habitual, ya que en 2010 era el país donde una menor proporción de trabajadores lo recibían (un 0,2%), por delante de Bélgica (0,3%), Grecia (0,8%), Eslovaquia (2,5%) y Portugal (2,6%). En el otro extremo, un 33% de los trabajadores de Colombia cobraba ese año el salario mínimo, un 14,7% en Corea del Sur, un 14,2% en Letonia, un 12,3% en Luxemburgo, un 9% en Holanda, un 8,3% en el Reino Unido y un 8,2% en Francia.
Un padre que viva solo en España con dos hijos y que esté remunerado al salario mínimo tendría que trabajar 58 horas semanales para obtener una retribución familiar que le permitiera estar por encima del nivel de pobreza. Una cifra sólo igualada por Grecia (58 horas) y superada por Corea del Sur (59), Estonia (60) y República Checa (79). Si se tratara de una familia con dos hijos y padres, pero sólo uno trabaja con una remuneración del nivel del salario mínimo, tendría que hacer 72 horas semanales. En este segundo caso, únicamente superan a España Estonia (74 horas necesarias para salir de la pobreza) y la República Checa (86).
La OCDE explicó que un salario mínimo muy bajo puede ser insuficiente para que las familias sometidas a ese régimen salgan de la pobreza. Pero también añadió que, si es muy alto, puede acarrear una pérdida de empleo y por tanto de ingresos para las familias más desfavorecidas. En términos absolutos, los salarios mínimos varían mucho de unos países a otros, y los autores del estudio advirtieron de que esas diferencias no necesariamente son indicativas del nivel adquisitivo que permiten unos y otros.
Sólo dentro de la zona euro, las retribuciones en 2013 podían moverse desde 3.840 euros anuales en Estonia, 5.820 en Portugal, 6.825 en Grecia o 7.744 en España a 16.694 euros en Alemania (en este caso, se creó en 2015), 17.163 en Francia, 18.713 en Bélgica o 22.194 en Luxemburgo.