A diferencia de otras materias primas como el petróleo, cobre, oro, plata, etc, en el caso del uranio no es posible invertir en uranio físico debido a su naturaleza radioactiva, pero si que se puede hacer vía el mercado de valores.
Un ángel caído que ha vuelto de sus cenizas
Si bien, la energía nuclear ha sido "demonizada" parece que poco a poco se van dando cuenta de lo indispensable que es, tanto como para que la UE la considere energía verde. Algunos países siguen peleando contra una realidad, y es la necesidad imperante de este tipo de energía, obviamente con todas las medidas de seguridad necesarias para aminorar los riesgos que conlleva.
Todo ello ha llevado a un renacimiento en la industria energética mundial, y con ello, una mayor demanda del apreciado elemento químico.
Más de una década después de que el choque de Fukushima llevara a varios países a revisar su dependencia de la energía nuclear, se ha consolidado como una plan vital en la transición hacia un futuro con bajas emisiones de carbono. Eso ha aumentado las valoraciones del uranio, con precios que han aumentado un 300% desde 2020, superando los 100 dólares. Los contratiempos en el suministro han contribuido a que los precios del combustible nuclear alcancen su nivel más alto desde 2008.
Según George Ross, CFA, gestor y analista senior de First Eagle Investments, el uranio es una materia prima muy interesante, ya que no tiene correlación con la geopolítica ni con la economía, pero si con la industria nuclear y sobre la industria minera. "En este momento el uranio se ha disparado y es un resultado increíble", y añade que si rebobinamos el reloj, hace unos años había un exceso crónico de oferta, especialmente desde el estallido en Fukushima se creó una sobreoferta estructural en el mercado del uranio porque Japón tenía años de existencias que estaba vendiendo gradualmente y planeaba no volver a poner en marcha los reactores, y entonces muchas minas cerraron por exceso crónico de oferta. Hoy en día estamos estructuralmente desabastecidos de uranio. "Hay que volver a poner en marcha muchas minas para que la producción satisfaga la demanda actual, por no hablar de la prevista. Así que es un espacio muy interesante. La industria nuclear del uranio avanza muy lentamente. En Asia se están construyendo nuevas instalaciones en grandes cantidades. Pero va a llevar mucho tiempo responder a la oferta. Hay un montón de oferta latente por ahí que podría venir, pero va a tomar años. Así que sí, es una materia prima muy interesante en este momento. Desde el punto de vista de un inversor, no hay muchas maneras de poseer uranio. La mayor minera de uranio del mundo está en Kazadamprom, que está en Kazajistán, con el 40% de su producción en una empresa conjunta con los rusos, con lo que tiene mucho riesgo de sanciones.
Rusia tiene un gran porcentaje de la capacidad mundial de procesamiento de uranio, añade Ross. Buena parte de la industria de servicios públicos de EE.UU. obtiene su uranio procesado, sus barras de combustible de Rusia, incluso hoy en día, razón por la cual no han sancionado a Rosatom, que es rusa. Aunque el experto reconoce que actualmente no tienen exposición en uranio.
NAC Kazatomprom JSC es el operador nacional de la República de Kazajstán para la importación y exportación de uranio, metales raros, combustible nuclear para centrales nucleares. Desde 2009, Kazajstán ha sido el líder mundial en minería de uranio natural, y Kazatomprom tiene derechos prioritarios sobre las extensas reservas del país. Los activos de las compañías atómicas nacionales incluyen todo el complejo de empresas kazajas que participan en el front-end del ciclo del combustible nuclear, desde la exploración geológica, la extracción de uranio y la producción del ciclo del combustible nuclear hasta la investigación científica y el desarrollo de tecnologías patentadas. Pero esta empresa también comenta sobre las dificultades de producción. Otra minera, Cameco, uno de los mayores productores del mundo declaró recientemente que podría verse obligada a comprar más uranio antes de finales de año para cumplir sus obligaciones con los clientes tras los contratiempos sufridos en minas clave. La producción de Níger, tras el golpe militar de julio, y Kazajstán también ha disminuido. Ese es uno de los mayores riesgos que enfrenta la industria: el geopolítico. Todo esto pone a los mineros a competir por la compra de uranio de los compradores financieros, que vuelven al mercado con fuerza, y las empresas de servicios públicos, que han estado reconstituyendo sus reservas ante la preocupación de posibles interrupciones.
Por otro lado, la Agencia Internacional de la Energía estima que la capacidad nuclear mundial debe duplicarse a mediados de siglo con respecto a los niveles de 2020, para ayudar al mundo a cumplir con los compromisos Net Zero. Actualmente la demanda supera a la oferta, con un crecimiento importante en Europa, Asia y África para reactores nucleares. Las viejas instalaciones están ampliando su vida útil, mientras que China continúa construyendo su flota nuclear, avivando la demanda de uranio necesario para alimentarlas.
Unos 60 reactores están siendo construidos en todo el mundo y se prevé construir otros 110 más, al tiempo que se ha ampliado la vida útil de algunas centrales existentes. Japón está volviendo a poner en marcha poco a poco las centrales cerradas tras el accidente de Fukushima en 2011, y las empresas de servicios públicos han cerrado en pocas semanas más acuerdos de compra de uranio que en toda la última década. Además, algunas pequeñas empresas de uranio han reiniciado operaciones en Estados Unidos, Australia y Namibia, aprovechando la bonanza del mercado para conseguir nuevos clientes y mayores precios.
Optimismo hacia el futuro del Uranio
A finales del 2023 los analistas de Morgan Stanley se mostraron más optimistas sobre los precios del uranio que sobre cualquier otra materia prima minera, dado que la oferta no puede seguir el ritmo de la demanda. La mayor parte del uranio extraído por los mineros se vende en virtud de contratos a largo plazo a clientes entre los que se encuentran compañías eléctricas estadounidenses. Por eso, cuando los mineros experimentan un déficit en su propio suministro, puede haber menos uranio disponible para acuerdos puntuales, lo que provoca mayores subidas de precios.
Adicionalmente, muchos gestores de grandes fondos de cobertura comenzaron a aumentar su exposición a los valores de uranio desde finales del 2023, apostando por importantes subidas de precios. Un ejemplo de ello es Metthew Langford, de Terra Capital, Arthur Hyde, de Segra Capital, Barry Norris, de Argonaut Capital Partners, y Reanud Saleur, de Anaconda Invest son algunos ejemplos que han apostado por empresas como Cameco, Energy Fuels, UR-Energy y NexGen Energy, entre otras.
Por otro lado, una amplia cantidad de inversores han aprovechado esta tendencia inviertiendo vía ETFs, lo que ha contribuido a que los activos en ETFs de Uranio se incrementen de manera significativa:
¿Y usted, todavía no está invertido? Aquí algunas opciones
Una forma de invertir de manera diversificada es vía ETFs, y entre los que el inversor tiene disponible hay 3, lo que facilita la selección. Cabe la pena recordar que la inversión vía ETFs es rápida, transparente y eficiente, además de bajo coste.
Son ETFs de tamaño pequeño pero con resultados muy satisfactorios. Tanto el HANetf Sprott como el Global X Uranium invierten en empresas de crecimiento de tamaño pequeño, mientras que el VanEck Uranium invierte también en crecimiento pero de gran capitalización.
En cuanto a asignación regional, el mayor peso es en Norteamérica, con un peso de 59,57%, 51,48% y 57,94% respectivamente. Sin embargo solo el de Global X tiene exposición a África/Oriente medio (2%), mientras que VanEck tiene fuerte peso también a Japón (23,74%).
Entre las coincidencias de estos ETFs es que están compuestos por menos de 50 posiciones, y con algunas coincidencias en posiciones:
Dado el recorrido que llevan en un año, no es de extrañar que haya habido una cierta toma de beneficios en los últimos días, pero como ya hemos dejado ver a lo largo de esta nota, el potencial de alza es importante. Lo que si debe tener en consideración el lector, es que el riesgo geopolítico en este sector es alto, con lo que es recomendable que el inversor lo considere como una pequeña posición de su cartera para evitar sobresaltos:
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