Según los planes de reestructuración aprobados por el Ejecutivo comunitario, los accionistas y titulares de preferentes y deuda subordinada deberán contribuir también a los planes de reestructuración. Su aportación reducirá la ayuda estatal necesaria en alrededor de 10.000 millones de euros, según los cálculos de Bruselas. Almunia no ha cifrado el porcentaje de quita que se deberá asumir en cada entidad.
La asistencia financiera europea a la banca española establece la conversión del capital híbrido y de la deuda subordinada en recursos propios con ocasión de la inyección de capital público o mediante la recompra "con descuentos considerables", lo que significa que los inversores en preferentes tendrán que asumir pérdidas de sus inversiones, en muchos casos los ahorros de toda una vida.
Finalmente, todos los bancos se comprometen a limitar las remuneraciones de sus directivos según está previsto ya en la legislación española, no pagar cupón de instrumentos híbridos y no publicitar la ayuda pública ni usarla para prácticas comerciales agresivas. Además, tendrán prohibido realizar adquisiciones.
Almunia ha anunciado que el próximo 20 de diciembre aprobará la siguiente tanda de planes de reestructuración -los Banco Mare Nostrum, Banco Caja 3, Liberbank and Ceiss-, pero no ha querido cifrar la ayuda del MEDE que necesitarán. El Gobierno estima que el importe total del rescate bancario se situará alrededor de 40.000 millones de euros.