Tras casi un año en funciones, el Partido Popular consiguió despejar la investidura después de la sonada crisis del Partido Socialista. La abstención de Ciudadanos y el PSOE bastaron para hacer a Mariano Rajoy presidente de nuevo. Pero gobernar va a ser más difícil. Los Presupuestos serán sin duda la primera gran batalla del nuevo Ejecutivo y los problemas ya están empezando a aparecer: Ciudadanos no aprobará un techo de gasto menor al de 2016.
Tal y como ha podido saber Vozpópuli, la formación naranja no está dispuesta a asumir cualquier mandato del PP. De hecho, votará en contra del techo de gasto, el primer paso para elaborar los Presupuestos Generales de 2017, si no crece respecto al 2016. La mirada atenta de Bruselas a las cuentas españolas hace difícil que el Gobierno opte por subir el límite de gasto no financiero, pero va a tener que hacerlo si quiere ganarse el favor del partido de Albert Rivera.
En 2016 el techo de gasto fue menor que en 2015 a pesar de la recuperación económica. En concreto, cayó un 4,4% y se quedó en 123.394 millones. Es cierto que, en parte, el gasto puede bajar porque el aumento del empleo y el paro de larga duración hacen que el Estado tenga que gastar mucho menos cada año en prestaciones por desempleo. Y algo similar ocurre con la partida la destinada a financiar los intereses de la deuda. Los intereses están en mínimos y el Gobierno tiene que destinar cada año menos a este fin.
El gasto en desempleo y para pagar la deuda bajará por la mejora económica, pero la factura de las pensiones no para de crecer
En cambio, la tercera gran partida de gasto público, la destinada a pagar pensiones, no para de crecer. Y lo va a seguir haciendo en el futuro dado el envejecimiento de la población española. Según un informe del Círculo de Empresarios, en el año 2026 en España se jubilarán unas 800.000 personas al año y solo 400.000 personas entrarán al mercado laboral. Una proporción que hace insostenible el sistema y que obliga a hacer reformas cuanto antes.
En cualquier caso, Ciudadanos cree que el menor gasto en prestaciones por desempleo y en el pago de intereses de la deuda no justifica un recorte del límite de gasto no financiero en 2017. La formación naranja cree que hay que aprovechar el excedente que dejan estas partidas para destinar más dinero a otros asuntos. Pero aún no está claro que esto vaya a suceder. Hace solo unos días La Razón publicó una información en la que se decía que el techo de gasto se iba a reducir a 120.000 millones, aunque desde el Ministerio de Hacienda no confirman las cifras.
Lo cierto es que la vigilancia de las autoridades comunitarias hace difícil pensar en muchas alegrías por la vía del gasto el año que viene. El ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos, compareció el martes en el Parlamento Europeo y prometió a Bruselas una actualización del Plan Presupuestario de 2017 con nuevas medidas fiscales que permitieran reducir el déficit al 3,1% el año que viene. Tal y como dijo, la situación económica lo reducirá un punto, pero habrá que ajustar unos 5.000 millones extra.
Se da por hecho que el Gobierno retocará Sociedades, pero queda por saber si se atreverá con el IVA y los Impuestos Especiales
El ministro también se mostró dispuesto a seguir trabajando por la vía del gasto para reducir duplicidades y gastos supérfluos, pero lo cierto es que dijo literalmente “medidas fiscales”, lo que abre la puerta a nuevas subidas de impuestos para cuadrar las cuentas. Los cambios en el Impuesto de Sociedades están prácticamente descontados, puesto que es la única figura capaz de poner de acuerdo a la diversidad política del Parlamento. Queda por ver si el Gobierno se atreverá también a hacer cambios en el IVA o los Impuestos Especiales.
Ciudadanos aceptará la reforma de Sociedades y la reducción de los gastos supérfluos. De hecho, éstas son dos de sus propuestas para cumplir con los 5.500 millones que reclama Bruselas, pero los retoques en otras figuras van a ser más complicados. En cualquier caso, el Gobierno ha empezado ya a trabajar en el apoyo de la formación naranja al dar el visto bueno a una nueva ley de autónomos como pedía Albert Rivera.
El Gobierno también ha empezado a mimar al PNV al aceptar una enmienda de la formación vasca en la modificación de Ley de Estabilidad para poder sacar adelante los nuevos objetivos de déficit y que las comunidades puedan elaborar sus presupuestos del año que viene. La enmienda autorizaba a Adif y Sepes a formalizar las 'comfort letters' -una clase de garantía escrita- para avalar a la empresa pública Bilbao Ría 2000.
PSOE y Podemos votarán en contra
Lo que va a ser más complicado va a ser ganase el favor de otras formaciones. El PSOE ha dicho en varias ocasiones que no va a apoyar unos Presupuestos del Partido Popular porque seguro que van a ser continuistas y a seguir recortando derechos a los españoles. Podemos también ha dejado claro que votará en contra de unas cuentas que, casi seguro, volverán a dejar los ajustes de Bruselas en manos de los que más han sufrido las consecuencias de la crisis económica.
El mapa parlamentario hace imprescindible para el PP el apoyo de Ciudadanos. Así que no queda otra: el techo de gasto tendrá que mantenerse o subir para recibir el visto bueno de la formación naranja. A no ser que el partido de Albert Rivera cambie de opinión en algún momento. A finales de mes, previsiblemente el 25 de noviembre, el Gobierno tendrá que aprobar el límite de gasto en Consejo de Ministros antes de llevarlo al Parlamento para su votación.