La pandemia de covid-19 ha hecho retroceder la producción de vivienda en España a niveles similares a los de 2016, cuando se iniciaron 59.168 unidades, apenas 6.000 menos que el año pasado, lo que marca un punto de inflexión en la curva alcista que se venía registrando de manera ininterrumpida desde 2014.
Así lo recoge el informe Inmocoyuntura elaborado por el Instituto de Análisis Inmobiliario (Instai) de la tasadora Euroval, en el que solo siete comunidades autónomas mantienen la curva positiva en el ritmo de producción residencial y tienen un volumen de viviendas iniciadas claramente por encima de las finalizadas: Aragón, Canarias, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Galicia, Navarra y La Rioja.
La reducción en el ritmo de producción residencial el pasado año (65.156 unidades) fue del 32% con respecto a 2019 (96.353 unidades), del 29% respecto a 2018 (91.477 unidades) y del 12% en relación con 2017 (74.201 viviendas).
En 2013 la construcción tocó fondo con 32.120 viviendas iniciadas, apenas el 10% de las que se comenzaron en el cenit del ciclo anterior (237.959 unidades en 2008), señala Euroval.
Viviendas iniciadas y concluidas
En cuanto a casas iniciadas y concluidas, el volumen total regresa al nivel de hace tres años: 130.270 en 2020 y 123.537 en 2017, lejos de las 167.915 de 2019.
Unas cifras que también rompen la tendencia alcista registrada desde 2014, con incrementos medios anuales de algo más del 20% hasta 2019.
Por comunidades, Andalucía, Asturias, Madrid y País Vasco presentan una diferencia ligeramente favorable a las viviendas concluidas
La situación es parecida en el caso de las viviendas concluidas, donde el informe apunta, si no a un cambio de tendencia, sí al menos a un punto de inflexión en la curva ascendente mantenida desde 2015.
El número de viviendas terminadas en 2020 retrocede respecto a 2019 (65.114 frente a 71.662 unidades), pero todavía se sitúa por encima de las finalizadas en 2018 (58.853 unidades). En 2008 estas ascendieron a 563.631 unidades.
No recupera la confianza
Comparando la diferencia entre los volúmenes de viviendas iniciadas y concluidas, lo que indica la confianza del sector en su futuro inmediato (cuanta mayor sea la diferencia a favor de las viviendas iniciadas, mayor es la confianza), 2020 se salda en plano, es decir, con una diferencia mínima que ni siquiera llega a las 50 unidades, cuando en 2019 esta diferencia fue de casi 25.000, en 2018 de más de 32.000, y en 2017 de unas 25.000.
Por comunidades, Andalucía, Asturias, Madrid y País Vasco presentan una diferencia ligeramente favorable a las viviendas concluidas, mientras que en Baleares, Castilla y León, Cataluña, Extremadura, Murcia y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla es levemente a favor de las viviendas iniciadas.
La mayor confianza del sector, según este indicador, se refleja en Aragón, Canarias, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Galicia, Navarra y La Rioja.
