Grandes proveedores de DIA, y también franquiciados, se preparan para el peor de los escenarios, la entrada en situación concursal del grupo.
La compañía celebra esta semana junta en la que se propondrá a los accionistas, básicamente, optar por el modelo de negocio y la ampliación de capital propuesta por el consejo de administración, o votar a favor de la OPA lanzada por LetterOne, primer accionista del grupo, con el 29% del capital.
LetterOne, controlada por el inversor Mikhail Fridman, amenaza con abandonar la empresa si su oferta no sale adelante. Y el consejo de administración de DIA, liderado por el consejero delegado Borja de la Cierva, advierte de que si su propuesta no triunfa en la junta, a continuación se solicitará la entrada en concurso -previsiblemente, preconcurso de acreedores- ya que la banca acreedora exigiría de forma inmediata el pago de la deuda, lo que provocaría que la compañía no pudiera cumplir con sus obligaciones.
En preconcurso de acreedores, DIA tendría en principio hasta cuatro meses para negociar un convenio y evitar la declaración de concurso
Varios de los mayores proveedores de la cadena de supermercados han encargado a asesores y despachos la elaboración de planes de choque contra la posible situación concursal del grupo. "DIA no está en situación concursal en este momento, sí está en causa de disolución, pero no es lo mismo", explican las fuentes consultadas del sector.
"Si la banca exige el pago de deuda que está vencida o que va a vencer próximamente, entonces la empresa sí se encontraría en una situación por la cual estaría obligada a comunicar a los juzgados de su posible entrada en insolvencia, y solicitar la declaración de preconcurso de acreedores", indican. "Por esta razón proveedores y franquiciados han encargado planes de choque o contingencia en previsión de que pueda haber concurso de acreedores", añaden.
La entrada en preconcurso de acreedores, el 5.bis de la Ley Concursal, permitirá a la empresa negociar, durante un periodo normalmente de hasta cuatro meses, un convenio de pago con sus acreedores, sin que estos pudieran instar pagos o directamente la quiebra del grupo. De no lograrlo, DIA sería declarada en concurso de acreedores, y el juzgado designaría un administrador concursal.
Alianzas y plataformas
DIA mantiene distintas alianzas y acuerdos con grupos de distribución y proveedores con el objeto de maximizar la relación calidad precio ofrecida a sus clientes.
En el 90% de los casos, el alquiler de las tiendas de los franquiciados de DIA está en manos de la compañía
A finales de 2017, DIA se alió con el grupo de distribución francés Casino, creando la sociedad CD
Supply Innovation, con sede en Madrid, encargada de la compra en común de las marcas propias
de ambos grupos . Sin embargo, recientemente, DIA y Casino han decidido volver a comprar sus artículos de marca propia de forma independiente.
En agosto de 2018 la cadena española se sumó a la plataforma de negociación internacional Horizon International Services, en la que también participan Auchan Retail, Grupo Casino y Metro.
El pasado año DIA dio por extinguido el acuerdo que alcanzó en abril de 2017 con Eroski, para negociar conjuntamente con proveedores.
Los franquiciados encienden la alarma
La otra parte que mueve ficha de cara a la junta de accionistas son los franquiciados. "Hasta finales de 2018, los franquiciados contactaban con nosotros cuando tenían un problema, ahora nos llaman en busca de información y para prevenir los movimientos de DIA", explica Alberto Rodríguez, portavoz de la Asociación de Afectados por las Franquicias de Supermercados DIA (Asafras).
Los franquiciados representan el 53% de las red de tiendas que tiene DIA en España. "La incertidumbre que tienen los franquiciados de DIA no son si habrá o no un concurso de acreedores, sus dudas las generan problemas de desabastecimiento que se están encontrando en las tiendas", apunta Rodríguez.
Unos 300 franquiciados de DIA no han logrado mantener la actividad
El representante de franquiciados de DIA detalla que, desde finales de 2018, han sido muchos los que han contactado con su asociación para recibir asesoramiento sobre cómo protegerse ante el panorama del grupo español.
"Estos empresarios están entre la espada y la pared, no pueden cambiar de compañía porque en el 90% de los casos su alquiler pertenece a DIA", señalan desde Asafras. "La relación entre la empresa y los franquiciados es igual de escasa ahora que con la anterior dirección de Ricardo Currás", sostienen.
Las franquicias en España de DIA han caído un 7,5% en 2019 con respecto al ejercicio anterior, hasta un total de 1.871. "Los problemas financieros de la compañía han provocado que se apriete más a los franquiciados”, lamenta la asociación, "un escenario que no han podido soportar cerca de 300 franquicias".