El Real Madrid aspira a recuperar más de 40 millones de euros en ingresos a Hacienda tras doblarle el pulso de la deducibilidad de impuestos por pagos realizados a agentes de los futbolistas. El club ha conseguido ya el pronunciamiento favorable del Tribunal Supremo que ha empezado a ser seguido por la Audiencia Nacional a la hora de concluir algunas de las distintas reclamaciones que mantiene por el asunto la entidad que preside Florentino Pérez.
El Alto Tribunal ha sentado jurisprudencia, afeando a Hacienda haber gravado sistemáticamente a los clubes como si los agentes prestaran servicios únicamente a los jugadores y no a los equipos, "prescindiendo por completo del negocio jurídico en cuyo cumplimiento las partes (club de fútbol y agente) afirman haber realizado sus respectivas prestaciones", lo que podría haber acabar alcanzado a los Impuestos de Sociedades, de Valor Añadido, sobre la Renta de las Personas Físicas y sobre la Renta de No Residentes.
Entre los años 2010 y mediados 2018, el Real Madrid acumula reclamaciones en distintas instancias a la Agencia Tributaria de devolución de autoliquidaciones, autoliquidaciones complementarias. sanciones e intereses de demora en cuanto a los Impuestos de Sociedades, de Valor Añadido, sobre la Renta de las Personas Físicas y sobre la Renta de No Residentes, por más de 40 millones de euros. Solo uno de los procesos, pendiente de resolución por parte de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional, supondría más de 15 millones de euros. Y se trata, en todos los casos, de cantidades que el Real Madrid provisionó en su momento en sus cuentas, por lo que cualquier retorno sería un ingreso neto extra.
Según detalla el club que preside Florentino Pérez en sus cuentas, el motivo de conflicto en el conjunto de los casos con la Agencia Tributaria pasa por la forma en que Hacienda ha repercutido la tributación de los servicios de los agentes a los clubes. En concreto, "por discrepancias en el tratamiento fiscal de los pagos realizados por el Club por los servicios prestados y facturados al Club por los intermediarios, considerando Hacienda que dichos pagos son realizados por cuenta del jugador en los casos en que considera probada la vinculación de intermediario y jugador".
Las potenciales devoluciones de Hacienda son importantes para un Real Madrid que acabó la última temporada con apenas 11,8 millones de euros de beneficio pese a la inyección de 360 millones de euros del fondo americano Sixth Street
Atendiendo a lo que precisa el Real Madrid en sus estados intermedios de la temporada 2022/2023, "el Club se encuentra realizando los trámites oportunos para solicitar la rectificación de las autoliquidaciones de los periodos posteriores a julio 2018", al tiempo que, a 31 de diciembre de 2022, la entidad tenía abiertos a inspección los impuestos de la renta (IRPF e IRNR) e IVA desde julio 2018 y el impuesto de sociedades a partir del ejercicio 2018/2019. "Con respecto a estos períodos, el Club considera que no existen contingencias significativas que puedan derivarse de eventuales futuras inspecciones".
El Madrid salva sus cuentas con Sixth Street
Las potenciales devoluciones de Hacienda son importantes para un Real Madrid que acabó la última temporada con apenas 11,8 millones de euros de beneficio pese a la inyección de 360 millones de euros del fondo americano Sixth Street. Sin ella, el club blanco habría perdido 335 millones de euros al cabo de las últimas dos temporadas. Hasta el momento, ha podido compensar los fichajes de Jude Bellingham y Arda Güler con otras transacciones en torno a futbolistas, pero la llegada de Kylian Mbappé -presumiblemente, por una cantidad inferior a los 250 millones- ameritaría alguna otra salida de futbolistas.
Actualmente, el Real Madrid dispone de 120 millones de euros de tesorería y pólizas de crédito sin disponer por 265 millones (ligadas en buena parte al euríbor más un diferencial "competitivo"). A ellos cabría sumar los 100 millones por temporada que acabaría sumando el Madrid como de libre disposición una vez culmine la reforma de Santiago Bernabéu tras descontar el pago anual de los intereses por las obras del estadio y los potenciales derechos a favor de Sixth Street.
