Bankia quiere implantar un sistema que permitirá a sus clientes pagar 'por la cara', mediante tecnología de reconocimiento facial.
Un avance que ya usan otros países y que también planea utilizar el Ministerio del Interior. Será en grandes eventos y espectáculos, mediante cámaras para detectar a personas que tengan cuentas pendientes con la justicia. Se trata de una tecnología controvertida por lo que supone para el usuario en términos de privacidad.
Sin embargo, está llamada a eliminar el uso de las tarjetas de crédito, precisamente las que ahora, poco a poco, van arrinconando el dinero físico. Nuestro cuerpo, nuestra fisionomía, será precisamente quien valide que somos realmente nosotros quienes deseamos realizar cualquier operación.