El Estado recibirá el próximo 7 de enero un total de 32 millones de euros de Red Eléctrica pese al impacto del coronavirus. La empresa que preside la exministra Beatriz Corredor ha aprobado mantener su dividendo a cuenta, pese al retroceso de su beneficio, y el mayor beneficiado de esta decisión será la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), su máximo accionista.
Este reparto de dividendo a cuenta recompensará con 0,2727 euros por cada una de las cerca de 117,95 millones de acciones que tiene la SEPI y que permitirá al Estado recaudar cerca de 32 millones de euros. Red Eléctrica lleva desde 2015 aumentando año tras año un 7% la parte del beneficio que destina a pagar a sus accionistas. Y en 2020 mantiene esta estrategia.
La compañía hace efectivo este desembolso mediante dos pagos al año, un dividendo a cuenta en enero y un dividendo complementario a mitad de año, tras la aprobación de las Cuentas Anuales por la Junta General de Accionistas. De momento, a la espera del encuentro de los accionistas, se mantiene en suspense qué sucederá con este complementario con el impacto del coronavirus en su negocio.
Porque sus cuentas se siguen resintiendo, como el resto del sector. Su beneficio ha caído un 4,2% entre enero y septiembre, sus ingresos un 0,8% y su asciende a 6.488,9 millones de euros, frente a los 6.038,1 millones de euros de finales de 2019.
Política de dividendo
El operador del sistema eléctrico ha recompensado durante este año a sus accionistas con 567 millones de los 718 que ha ganado en 2019. Una cifra que que ha permitido al Estado llevarse 113 millones de euros por la parte que le corresponde como máximo accionista.
La empresa cumple con lo establecido sobre la política de dividendo en el Plan Estratégico del Grupo para el periodo 2014-2019, con un crecimiento en el entorno del 7%, considerando este incremento como tasa anual media del periodo y tomando como base el dividendo total aprobado con cargo al ejercicio 2014.
Red Eléctrica explicaba en su plan estratégico presentado en febrero, antes de la pandemia, la intención de mantener su dividendo por encima de un euro por acción hasta 2022. Con esta declaración de intenciones, la empresa que preside Beatriz Corredor tranquilizaba al accionista con el mantenimiento de un goloso dividendo que, desde 2015, se eleva hasta un total de 2.891 millones de euros.
No obstante, en la memoria aclara que "para poder mantener o ajustar la estructura de capital, la Sociedad podría ajustar el importe de los dividendos a pagar a los accionistas, reembolsar capital a los accionistas o emitir nuevas acciones".