El acuerdo logrado por El Corte Inglés con la banca para refinanciar 3.700 millones, el 76% de su deuda, pone en peligro el reparto de dividendo por parte del grupo de distribución. Los bancos acreedores han incluido una cláusula en el mismo por la que controlarán la política de dividendos del grupo que preside Isidoro Alvárez mientras dure el proceso, e incluso podrán impedir las retribuciones si El Corte Inglés no cumple con el plan de negocio, según confirman fuentes conocedoras del acuerdo. "Es una decisión habitual en cualquier refinanciación de una empresa, pero en este caso la medida tiene más trascendencia", reconocen estas fuentes.
Esta cláusula incluye también un escalado de reducción de dividendos según el volumen de amortización de deuda que vaya realizando El Corte Inglés anualmente. El grupo ha logrado salvar de estas posibles limitaciones el reparto que se efectuará en febrero próximo, ya que estos fondos nutren a la Fundación Ramón Areces, el vehículo que realiza la obra social del grupo y en el que la familia del fundador mantiene su participación en el grupo. "Ha sido un gesto de confianza de la banca hacia El Corte Inglés", aseguran estas fuentes.
En 2012, pese a que El Corte Inglés registró el beneficio más bajo desde 1989 y redujo su rentabilidad sobre ventas a mínimos históricos, los gestores decidieron mantener el dividendo en niveles prácticamente iguales a los de los tres últimos ejercicios, ello mientras otras grandes empresas españolas, caso de Telefónica o Endesa, optaban por suspenderlo para salvaguardar su balance, y aplicaban, además, considerables recortes en la retribución de sus consejeros y altos directivos.
En la junta de accionistas del pasado agosto, la compañía que preside Isidoro Álvarez aprobó, en efecto, el reparto de un dividendo con cargo a los resultados de 2012 de 42,7 millones de euros, que prácticamente iguala (es un 1,8% inferior) el del ejercicio precedente (43,5 millones).
Ajustes en la línea de negocio
A lo largo de las negociaciones, la banca también ha transmitido al grupo la necesidad de realizar algún ajuste en la línea de negocio de El Corte Inglés para adecuarla a los nuevos tiempos que vive el negocio de la distribución.
El acuerdo ha sido suscrito con banco Santander, Caixabank, BBVA, Popular, Sabadell y Bankia que son, por ese orden, los más expuestos con el grupo comercial. Tres entidades acaparan casi el 60% del monto total de la deuda, cifrada en 5.000 millones. Unos 1.400 millones de euros fueron prestados por el Santander; 750 por La Caixa y unos 700 millones por el BBVA. Por su parte, Banco Popular prestó al primer grupo de distribución español 440 millones de euros; Bankia, unos 300 millones, y Banco Sabadell, 250 millones. El resto, hasta completar el monto total del crédito, está en manos de otros bancos y cajas, en cifras de menor cuantía.
En cuanto a las condiciones, la firma de grandes almacenes se ha limitado a informar que la refinanciación tendrá unos plazos de vencimiento de hasta ocho años, hasta 2021. Existen también tres pequeños tramos que tendrán que amortizarse en uno, dos y cinco años, respectivamente. Fuentes del mercado indican que se han mejorado notablemente las condiciones, a un tipo de entre el 3,5% y el 3,8%, en la línea o incluso mejorando al de otras operaciones de refinanciación de grandes compañías.
Los inmuebles como garantía
El grupo comercial ha puesto como principal garantía de esta reformulación de la deuda su patrimonio inmobiliario, “que están situados en lugares irrepetibles”, y que la firma valora en más de 18.000 millones de euros, basándose en la tasación que recientemente hizo la tasadora TINSA.
Tras este acuerdo con las principales entidades acreedoras, la firma que preside Isidoro Álvarez espera cerrar en las próximas semanas un trato similar con el resto de bancos con los que mantiene menores compromisos deudores.
La firma completará su refinanciación con una emisión de bonos de hasta 1.000 millones, que supone la titulización de los derechos de cobro de su cartera de clientes generados por las compras a plazos de sus clientes con la tarjeta de El Corte Inglés. El Santander, que realizará esta titulización, como adelantó este medio, está a la espera de que Standard & Poor's comunique el rating del grupo distribuidor para poder llevar a cabo esta operación.
Existe también la posibilidad de titulizar su filial financiera que dispone de casi 1.500 millones de euros, que buena parte de sus 100.000 empleados tiene colocado en los depósitos que ofrece el grupo.
La financiera de El Corte Inglés tiene emitidas 11 millones de tarjetas de crédito y en 2012 concedió más créditos al consumo que los mismísimos Santander o BBVA. Su cartera de créditos a través de la tarjeta del grupo fue de unos 6.000 millones de euros en 2012, lo que da idea del volumen que podría llegar a alcanzar una posible titulización de este tipo de activos financieros.