Los economistas del departamento de Research de Repsol admiten que la caída sin precedentes que ha sufrido el precio del petróleo, ante el hundimiento de la demanda que ha provocado la pandemia del coronavirus, obligará a las compañías del sector a renunciar a ciertos planes de inversión.
"Es una situación muy complicada porque los costes fijos se mantienen y ha habido una caída muy fuerte del flujo de caja, así que la única solución para las empresas del sector es reducir inversiones que tenían planeadas", admite José María Martínez, economista senior del departamento de Research de Repsol desde 2015 y con experiencia previa de cuatro años como economista senior del Banco de España.
En una conversación telefónica con Vozpópuli, el experto explica que este descenso en el precio del barril de crudo se debe, por un lado, a la caída brutal de la movilidad por el confinamiento (en España ha caído un 90%, apunta) y, por otro, a las tensiones geoestratégicas entre los países productores.
Habla desde su posición de experto en macroeconomía e insiste en que desconoce los planes corporativos de Repsol como compañía.
Espera un repunte del precio
Sus previsiones, sin embargo, son ligeramente optimistas. "Hay muchos intereses desde el punto de vista macroeconómico para que el precio del petróleo suba (...) EEUU tiene interés en mantener el fracking -que genera muchos empleos en el país- y los países productores tienen un contrato social que basa la autoridad del Gobierno en el petróleo", señala.
El precio del petróleo podría recuperarse tanto si se produce una reducción de la oferta como si poco a poco se recupera la actividad. "Cuanto más tarde en reactivarse la movilidad será peor para el sector, pero es verdad que el miedo al transporte público puede llevar a que se use más el automóvil particular, por ejemplo, y eso sería positivo", explica Martínez.
Además, incluso si el turismo no se recupera a corto plazo -por el miedo al contagio o porque se deprime el consumo-, explica que una alta proporción del transporte es "transporte industrial, de mercancías, de material cuando hay una obra... será positivo si la actividad se recupera pronto, al margen de que las personas decidan viajar o no o gastar menos".
El experto señala que la movilidad es responsable de un 40% de la demanda total de combustibles, por lo que su recuperación sería positiva para que se recupere la demanda y, con ella, el precio.
"Hay una parte cada vez más grande de la demanda de petróleo que tiene que ver con la producción de plásticos. Todo esto, por ejemplo, con los envíos online está creciendo, así que puede haber cosas que compensen el transporte", señala.
Perspectivas para España
Aunque tradicionalmente se ha aceptado que el petróleo barato es positivo para la economía española -importadora neta de crudo, que ahorra si baja su precio-, el experto sostiene que ahora esta situación "es muy peligrosa".
"Tradicionalmente se ha pensado siempre que un crudo bajo es positivo para la economía, pero en este entorno esto es así sólo en cierta medida, porque el estímulo más grande un petróleo barato es que te bajaba la inflación y permitía tipos de interés bajos que estimulaban la actividad. Ahora los tipos están en mínimos y corremos riesgo de deflación, lo que a su vez hace que el endeudamiento sea más pesado cada día", explica.
Además, los riesgos de que la crisis derive en el canal financiero aumentan con una "caída abrupta del precio del petróleo, que provoca más inestabilidad financiera", advierte. "Así que no es bueno", concluye.
Recuerda que el parón de la economía ha sido "provocado" para evitar más contagios, así que ahora le corresponde a los Gobiernos "estimular la economía cuando levanten el confinamiento".
El papel del Estado debe ser el de reemplazar el gasto privado mientras sea necesario"
"En España nos estamos quedando muy cortos en comparación con Alemania, por ejemplo, y Alemania se está quedando corta con respecto a Japón o a Estados Unidos", lamenta, al tiempo que pide que aumente "la escala de la financiación".
Pide un acuerdo a nivel europeo, "para evitar el riesgo de que Europa se quede atrás y de que se acreciente el populismo".
"Si el sector privado no puede tirar de la economía, debe tirar el sector público con estímulo fiscal. Esta es una crisis muy fuerte pero es temporal. No digo que en 2020 vayamos a recuperar el nivel precio, pero sí estamos proyectando cierto repunte", concluye.