Economía

El escándalo de las tarjetas salpica a Javier López Madrid, íntimo amigo de Felipe VI

El consejero delegado de OHL y yerno de Juan Miguel Villar Mir es uno de los consejeros que disfrutó de las tarjetas opacas. Aunque ha devuelto los 34.800 euros que gastó, siembra dudas sobre el entorno del nuevo Rey justo cuando parecía que lograba desmarcarse de la turbia imagen del pasado.

El caso de las tarjetas opacas salpica directamente al entorno de la Corona justo cuando parecía que los nuevos monarcas lograban poner tierra de por medio con toda la cohorte de comisionistas y aprovechateguis que solían merodear por palacio. Francisco Javier López Madrid, íntimo amigo de Felipe VI, figura entre los 86 consejeros y altos directivos de Caja Madrid que emplearon las tarjetas black para gastos privados que eludían el control del fisco.   

De familia muy acaudalada y desposado con una heredera todavía más rica, López Madrid no debería necesitar más dinero. Su padre trajo la Volvo a España. Su suegro es Juan Miguel Villar Mir, presidente de OHL, compadre de don Juan Carlos y uno de los donantes que apareció en los papeles de Bárcenas publicados por el diario El País. Por si fuera poco, López Madrid acumula cargos de alto copete en compañías como OHL, de la que es consejero delegado, Tressis, Ferroatlántica, Fertiberia, Siacapital, Radius Ventures o la Inmobiliaria Espacio. Y en 2008 fue nombrado consejero de Caja Madrid a propuesta de la patronal madrileña.

Sin embargo, parece que no importó mucho su condición de adinerado. Tiró de la visa opaca de la caja de ahorros para desembolsar pagos por valor de 34.800 euros. Y ahora de poco sirve que restituyese los fondos tan pronto se conoció el escándalo. El daño está hecho. Pese al ímprobo esfuerzo de la Casa Real para trazar una línea divisoria con respecto a las manzanas podridas, un olor sospechoso vuelve.  

El anterior jefe de la Casa Real al servicio de don Juan Carlos también se encontraba entre los 86 directivos y consejeros que disponían alegremente de las tarjetas opacas de Caja Madrid. Rafael Spottorno se fundió unos 220.000 euros con cargo a una 'visa black'. Y así no es de extrañar que el asesor real tuviese que tomar la puerta de La Zarzuela al poco de hacerse públicos los datos. Se trataba de escenificar más allá de toda duda la ruptura con las prácticas del pasado, ésas que han levantado las sospechas sobre los negocios de don Juan Carlos y que incluso han puesto en solfa el futuro de la institución. El movimiento se antojaba además relativamente indoloro porque Spottorno era un hombre del status previo, un elemento decorativo propio del anterior paisaje y por lo tanto fácil de desechar.

Sin embargo, el caso de López Madrid resulta un escollo bastante más difícil de sortear, ya que el empresario y financiero pertenece al círculo de amistades más próximas a Su Majestad. La esposa de López Madrid es Silvia Villar Mir, buena amiga de Felipe VI de toda la vida. De modo que después de haber marcado distancias con Urdangarín y Cristina, los reyes ahora tendrán que evitar por todos los medios la foto con López Madrid, aun a riesgo de cercenar su habitual grupo de escapadas en busca de ocio.

Javier López Madrid ha sido además vinculado a los intentos de mediación para resolver el conflicto de Repsol con el Gobierno argentino. Y no sin razón se le critica que Caja Madrid concediese a OHL unos créditos en condiciones extremadamente ventajosas mientras él ocupaba un asiento en el consejo de la entidad. Aunque quizás lo más llamativo sea que su nombre apareciese ligado al de Iván Yáñez, el testaferro de Luis Bárcenas. ¿La razón? Pues que Tressis, la sociedad de valores que preside López Madrid, compró en 2010 el hedge fund Valórica, propiedad de Yáñez.

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