Por segundo día consecutivo Red Eléctrica Española tuvo que levantar el teléfono a la gran industria para que pararan su producción. ¿La razón? No se podía asegurar el suministro eléctrico ante la débil oferta y la gran oferta que se produjo durante la tarde y la noche de este miércoles y jueves.
Así, el sistema eléctrico español no tuvo más remedio que activar el famoso SRAD, que tanto está sonando en los últimos tiempos en las oficinas de la gran industria española. El protocolo es un mecanismo creado, precisamente, para evitar el colapso eléctrico y evitar apagones. Por eso, la rápida actuación de Red Eléctrica y del Ministerio de Transición Energética fue clave para evitar males mayores. Durante 2023, el SRAD se utilizó en dos ocasiones a principios del mes de septiembre. Durante este año, ya se han activado en cuatro. Y tres de ellas durante este otoño.
Los dos últimos cortes, como indican las fuentes consultadas por este periódico, se produjeron a la misma hora: Desde las 18:30 horas hasta las 21. De hecho, ambos días batieron el día de precocidad porque en las anteriores ocasiones los apagones se iniciaron más allá de las ocho de la tarde.
¿Por qué se producen habitualmente por la tarde? Por el incremento de demanda de energía a determinadas horas del día. Las familias comienzan a llegar a su casas y durante estos días el frío aprieta y se han de encender las calefacciones y el diferente alumbrado de todos los puntos de los hogares y otros establecimientos. En definitiva, la demanda se dispara mientras la oferta no puede asumir todo. Como dato, el consumo eléctrico se fue hasta los 40.000 MW mientras que el del gas aumentó hasta los 1.641 Mwh durante este jueves.
Con este caldo de cultivo, el sistema eléctrico se quedó sin capacidad y tuvo que llamar a las fábricas para que dejaran de operar. A pesar de la incertidumbre, desde Redeia (matriz de Red Eléctrica) se vuelve a hacer un llamamiento a la calma y las fuentes consultadas insisten en que no existe “ninguna duda” de que el suministro eléctrico a los hogares y establecimientos está asegurado.
¿Cuáles fueron las razones?
Ya hemos detallado que los parones en la industria se produjeron por un gap entre la oferta y demanda, pero se debe a una serie de factores que han derivado en la situación en la que nos encontramos.
El principal factor nos lleva hasta Ascó. La planta nuclear se encuentra en parada técnica en varios de sus reactores. Uno de ellos se está recargando de combustible y el otro tuvo un fallo y lleva varias semanas en mantenimiento.
La meteorología tampoco ha ayudado para que el sistema tire de las renovables. Las bajas temperaturas que llevan instaladas en España junto al escaso rendimiento de las centrales solares y eólicas han hecho que no ayude al mix energético. Ambas tecnologías han llegado al 10% del total de la energía eléctrica generada y se ha tenido que acudir al gas para que no hubiera un colapso eléctrico.
España se preparó este año
Hace escasas semanas se conoció la subasta para suministrar electricidad en caso de que se produzcan este tipo de parones de cara al año que viene. En el pliego se conoció que más de 40 empresas acudieron a dicha licitación.
Las condiciones impuestas por Red Eléctrica obligan a las empresas a tener una respuesta de demanda para una potencia máxima de hasta 2.116 megavatios (MW). Esta cifra supone aumento de casi 600 MW respecto a las anteriores pujas. Las compañías adjudicatarias de las dos subastas previas han recibido más de 237 millones de euros como compensación asegurada (94,3 millones en 2023 y 143 millones en 2024).
¿Podría volver a pasar?
Pero, ¿estamos preparados para otros momentos de tensión a medio y largo plazo? Lo cierto es que, como apuntan las fuentes consultadas, “existe un riesgo significativo” de apagones hasta 2030, a pesar de que nuestro país se ha puesto las pilas en la implementación de tecnologías renovables. Uno de los mayores retos que tiene el sistema es dar cobertura a los 9.000 MW de los ciclos combinados, que están previstos que se evaporen por la falta de rentabilidad y el ritmo insuficiente para almacenar la energía.
Red Eléctrica realizó un Análisis de Cobertura del Sistema Eléctrico Peninsular, destacando la precariedad si se desmantelan las plantas de gas. La situación podría empeorar a partir de 2027 si no se cumple el ritmo de implementación de almacenamiento, coincidiendo con el inicio del desmantelamiento nuclear.
Además del informe del gestor español, el organismo europeo de transportistas eléctricos (ENTSO-E) alertó de la necesidad que tiene nuestro sistema para diseñar nuevos protocolos que garanticen y estabilicen el buen funcionamiento de la red eléctrica española.
